martes, 9 de septiembre de 2025

Una historia del benceno: Los sueños de Kekulé. Gante

(Continuación). Y con lo que hemos aprendido desde entones podemos deducir que aquel breve rapto de ensoñación le reveló la clave del misterio, se trataba de la propiedad de la isomería, aquella por la que dos o más compuestos de igual fórmula y proporciones relativas de los átomos, poseen cualidades químicas diferentes.

Algo del todo sorprendente e inexplicable por aquel entonces; volveremos sobre ello, pero antes le hablo de la segunda y más célebre de las oníricas revelaciones cuasi-proféticas que se instaló subrepticiamente en su mente.

En Gante frente al fuego: benceno y serpiente

Este otro sucedido, toda una epifanía también, ocurrió unos años después durante su estancia en la ciudad belga de Gante, una tarde en la que estando en su apartamento y, como apenas avanzaba en la escritura de un libro de texto, optó por sentarse frente al fuego quedándose dormido.

Y nuevamente en sueños tuvo un pálpito intuitivo, este de gran significado para la evolución de la química, en el que el objeto de su ensoñación era la molécula de benceno de composición C6H6 y arquetipo de los compuestos aromáticos, una clase a la que pertenece una gran cantidad de las sustancias sintéticas y naturales más interesantes.

En el trance soñó con átomos que se encadenaban en largas hileras retorciéndose “en un movimiento parecido a una serpiente”, hasta que una de ellas giró sobre sí misma mordiéndose la cola y, en forma de circunferencia, se puso a girar con sorna ante sus ojos, como con aspecto de un burlón uróboro.

Esta vez, como invadido por un destello de iluminación sí se despertó y pudo tomar nota de lo que su mente recordaba, así era como se unían los seis átomos de carbono del benceno, como un ofidio que se muerde la cola, cada uno con un hidrógeno anexo y formando un perfecto anillo hexagonal.

Nacimiento de la teoría estructural

Por fin la estructura de la molécula bencénica, un anillo hexagonal con dobles enlaces alternos, salía de la zona oscura del conocimiento, había nacido su teoría estructural ¿Qué le parece este otro arrebato inspirador?

Si lo piensa no está nada mal esta otra ensoñación sobre el animal serpentiforme, al fin y al cabo, resultó ser más definitoria y definitiva que la primera ya que llegó a cambiar el rostro de la química a mediados del siglo XIX.

Sí, fue otra de sus gozosas cabezadas, esta vez arrullado por el calor del fuego, el resto es historia en parte ya enrocada. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

 


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