Del cambio de hora: Lockyer y espectroscopía

(Continuación) Uno de los eclipses que iluminaron la ciencia, como alguno que otro que ha venido a esta supuesta tribuna de pretendida divulgación científica, entre ellos: (DCPS. Torre del Oro, eclipse solar y Machado Núñez; Eclipse relativista, 1919 [CR-64]; A. EINSTEIN: UNA BIOGRAFÍA. Adultez (V); Machado, Sevilla y eclipse; Eclipse de Sol en el Instituto) y eso sí, unos más serios que otros. Pero a lo que vamos.

Quisicosa científica. Lockyer, Janssen y espectro

Volviendo a nuestros astrónomos, sepa que fue el segundo, P. Janssen, quien observando en la India el 18 de agosto de 1868 el eclipse de sol, descubrió una línea amarilla brillante con un valor de longitud de onda de 587,49 nm en el espectro de la cromosfera del sol.

Una línea que en su opinión dejaba bien a las claras la existencia de un elemento desconocido hasta el momento, un hallazgo que puso en conocimiento de sus colegas quienes, no solo lo desautorizaron, sino que se lo tomaron a sorna.

Nunca el mundo científico, hasta ese momento, había detectado un elemento químico en el espacio, que antes no lo hubiera sido en la Tierra, así que no tenía más remedio que estar equivocado. Pero quienes estaban equivocados eran ellos pues el tiempo tardó poco en darle la razón que vino de la mano del primero de nuestros hombres, N. Lockyer.

Quisicosa científica. Espectro y helio

Quien había observado también el eclipse y la línea amarilla en el espectro solar y tras estudiarla, tan solo dos meses después, el 20 de octubre, concluía que estaba causada por un nuevo elemento químico desconocido.

Y aunque sobre su naturaleza y composición, en principio, pensó que se trataba de una clase de hidrógeno, después pudo demostrar que se trataba de un nuevo elemento al que puso de nombre helio, Sol en griego.  

Desde el campo de la química escolar, a este elemento de símbolo He y número atómico 2, todos lo recordamos situado en la primera (1) fila o periodo y última columna (18) o grupo o familia de la tabla periódica de los elementos químicos de los laboratorios.

Y como sustancia simple se trata de un gas incoloro e inodoro de fórmula He (g), del que en 1903 se encontraron grandes reservas en campos de gas natural en los Estados Unidos, país con la mayor producción de helio en el mundo. (Continuará)

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