jueves, 10 de noviembre de 2022

Del cambio de hora: Literatura y aristocracia (y 2)

(Continuación) Del hombre, Churchill, me gustaría contarle un par de detalles curiosos, que quizás no recuerde o sepa. Uno nobel. Ha de saber que cuarenta y seis (46) años después de dicho discurso, a favor del horario de verano, el político recibió uno de los preciados galardones suecos que la Academia estaba empeñada en darle.

Y al no poder ser el de la Paz -el más afín y cercano que la caía, otro día le cuento el por qué-, fue el que quedaba, el Premio Nobel en Literatura de 1953, un reconocimiento a todas luces de lo más insólito y controvertido dado el discreto nivel de sus publicaciones.

Sin temor a equivocarnos podemos decir que era muy poco meritorio su bagaje literario como para recibir tan deseado y deseable galardón, en cuya leyenda se puede leer: ‘por su dominio de la historia y descripción biográfica, así como por la brillante y exaltada oratoria en defensa de los valores humanos’.

Una quisicosa ésta, ahora en el sentido de algo que no se puede entender o comprender; así que sin más comentario lo dejo aquí y a otra cosa mariposa.

Quisicosa aristocrática. Churchill

Y el otro detalle, aristocrático, y por partida doble así que, en plural, quisicosas. Primera partida. El niño Winston nació en el palacio de Blenheim, pues era nieto por vía paterna del 7.º duque de Marlborough, es decir, descendiente directo del primer duque de Marlborough que se distinguió como general en la Guerra de Sucesión Española (1701-1715).

Le digo esto porque, si tiene ya una edad, es probable que le suene una antañona y popular canción cuya letra dice: “Mambrú se fue a la guerra / qué dolor, qué dolor, qué pena, / Mambrú se fue a la guerra, / no sé cuándo vendrá. / Do-re-mi, do-re-fa, / no sé cuándo vendrá.”.

¿Sí?, pues bien, el nombre del tal Mambrú no es más que una deformación española de la fonética de su apellido británico, hay algo enrocado al respecto por si está interesado. Como quisicosa, sepa que el término se corresponde con la contracción de la frase ‘¿qué es cosa y cosa?’, con la que empezaban tradicionalmente las adivinanzas.

Y segunda partida. En el escudo asociado al
Ducado de Marlborough se puede leer un lema que, curiosamente, está escrito en español y reza ‘Fiel pero desdichado’ . Una divisa en cuyo significado y razón de su presencia no entraremos, pero sí que utilizaremos porque de pasada le diré que bien se le puede aplicar a un viejo conocido. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


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