domingo, 6 de noviembre de 2022

DCPS. Calle Pierre de Coubertin (1)

Ubicada en el barrio de Los Remedios (41011), esta corta vía comprendida entre la Gta. de las Cigarreras y la calle Juan Sebastián Elcano, se encuentra flanqueada por los jardines Manuel Ferrand y Manuel Arellano que antaño fueron sendos patios de vecinos, el de Santa Matilde y de Santa Cecilia, donde vivían buena parte de los habitantes de esta zona del arrabal de poniente. 

Pero esa es otra historia que habrá que contar en otro momento, pues la que hoy nos trae corresponde al titular de la placa, ¿quién fue?, y a la razón de su existencia, ¿por qué este reconocimiento sevillano? Quedando en el tintero alguna que otra curiosidad del tipo: ¿guarda alguna relación con el lema olímpico Citius, Altius, Fortius? ¿Es suya la frase ‘Lo importante no es vencer, sino participar’? ¿Quién fue Henri Didon? En fin, quisicosas humanísticas.

Barón Pierre de Coubertin (1863-1937)

Naturalmente las preguntas, al menos las dos primeras, son retóricas. A nadie escapa que la enorme popularidad y fama que adquirió el humanista francés con el paso del tiempo, se deben al hecho de haber concebido y puesto en práctica una idea genial, la de restaurar los Juegos Olímpicos que se celebraban en la antigua Grecia, ser el fundador de los Juegos Olímpicos modernos. Un logro sin parangón, a qué dudarlo, que no obstante deja a la sombra parte de su labor como historiador y sobre todo como pedagogo, motivo éste del ‘De ciencia por Sevilla’ que tiene ante sus ojos. 

Nacido en el seno de una familia aristocrática, no siguió la tradicional carrera militar y escogió a cambio la historia y la pedagogía, su principal pasión, y en particular el papel que el deporte representa en la educación de la juventud. Influenciado por las hipótesis de algunos polígrafos franceses, empieza a pergeñar ideas para una futura reforma educativa en Francia y viaja a Estados Unidos e Inglaterra a fin de estudiarlas in situ.

‘Doctrina del cristianismo muscular’. Pedagogía

Es en Inglaterra donde descubre la praxis de dicha teoría, uno de los movimientos emergentes en aquella época y que, bajo el singular y epatante título de más arriba, envolvía una idea en apariencia novedosa y estrambótica: la búsqueda de la perfección espiritual por medio del deporte y la higiene. Qué me dice, a finales del siglo XIX y en plena modernidad, el hombre retoma una idea que ya era antañona veintisiete siglos antes con los griegos. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

[**] El original de esta entrada fue publicado el 13 de junio de 2022, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.

 

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