Aunque en la actualidad esta calle, con sus 186 m de
longitud y comprendida entre Reyes Católicos donde empieza y Marqués
de Parada donde termina, forma parte del Casco Antiguo [41011], cuando se
creó a mediados del siglo XIX discurría por una amplia zona sin urbanizar a
espaldas de la muralla, ‘las afueras de la Puerta de Triana’. O sea, extramuros.
De ahí que, desde su formación, tuviese un trazado recto
y se concibiera como un paseo con arbolado, una especie de arrecife terrestre.
No fue hasta 1859 cuando se rotuló con el nombre de Julio César (100-44 a.
C.), en recuerdo del político, militar y gobernante romano que, como dice
el documento municipal que justifica el topónimo, “según la tradición cercó
a Sevilla de murallas y torres altas”.