lunes, 9 de mayo de 2022

‘Primero vinieron’. Autoría

(Continuación) Un largo camino vital (llegó a cumplir los 92 años) y una metamorfosis personal e ideológica tan verdaderamente extraordinarias, como increíble resulta creer o, lo que es peor aún, pensar que el autor del texto fuera quien falazmente dicen que fue.

Por cierto, Niemöller mantuvo amistad con el científico estadounidense Linus Pauling (1901-1994) doblemente galardonado con el Premio Nobel de Química en 1954 y el Premio Nobel de la Paz en 1962.

La verdad de la mentira. Falsos autores

Sí, en plural, pues me constan dos. Uno de ellos no es otro que el ya mencionado dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht (1898-1956), creador de los teatros épico o dialéctico y científico, a quien se ha atribuido durante años y de manera muy reiterada su autoría.

Un error que por desgracia ha aumentado de manera significativa durante las últimas décadas, gracias a la existencia de Internet; es lo que tiene el progreso que, por desgracia, no siempre significa avance.

Entre las obras que nos legó Brecht, uno de los escritores más influyentes del siglo XX, recordar aquí y perdone por el atrevimiento: La ópera de tres centavos, Madre Coraje y sus hijos, El alma buena de Szechwan, El círculo de tiza caucasiano o La vida de Galileo (1942).

De esta última recordar que es una pieza teatral donde se recrea de forma libre la vida del pisano, especialmente el episodio de su “marcha atrás” ante la Inquisición, a la hora de defender la prevalencia de la teoría heliocéntrica sobre el geocentrismo.

Una obra estrenada en el teatro de Zúrich, ciudad en la que treinta años antes otro científico, quizás le suene de algo, Albert Einstein (1879-1955), empezaba a levantar los fundamentos de la teoría general de la relatividad (TGR), la teoría gravitatoria del siglo XX que complementaría a la newtoniana de 1687.

El otro falso autor, estoy seguro que le suena su nombre. Se trata de un tal Anónimo, de quien lamento decirle desconozco datos biográficos, pero del que le puedo afirmar a ciencia cierta que fue, no ya un autor de éxito sino uno muy prolífico.

Digo esto a tenor de las numerosas publicaciones que se le atribuyen y que, entre otras tantas más se cuentan: Cantar del Mío Cid, Las mil y una noches, Lazarillo de Tormes, Romancero viejo, Cantar de Roldán, … Perdone la brometa. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


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