(Continuación) De
aquí partieron las cinco naos: Trinidad, nave capitana; Concepción; San Antonio; Santiago y Victoria, la única que regresó con 700 quintales y 24 libras de especias en sus bodegas, de cuya venta se
obtuvieron casi 8 millones de maravedís, suficientes para pagar la expedición y obtener pingües
beneficios.
Pero no fue éste el
único objetivo pretendido que se consiguió, de hecho se obtuvieron otros que ni
siquiera se habían pretendido, como el ya citado y que dio lugar al Primus
circumdedisti me, “Fuiste el
primero en rodearme”. Una historia que merece ser contada en otro momento.
Reconocimientos en la ciudad
Entre otros, quizás
el primero de todos donde se cita este atraque sea la placa de mármol que se encuentra colocada desde 1919 en el lateral del actual Museo de Carruajes de Sevilla, sede del Real Club de Enganches de Andalucía, ubicado en Plaza de Cuba esquina con la calle Juan Sebastián Elcano.
El segundo
reconocimiento es ya del actual siglo XXI y se trata de uno de los dos pantalanes
que en 2012 se crearon para uso público en la trianera calle Betis. Es el que
está justo al norte del puente de San Telmo, siendo bautizado como ‘Muelle de
las Mulas’. Así que de puerto hemos pasado a muelle en algo menos de un siglo.
El tercero, y
ultimo por lo que me consta, fue inaugurado el pasado 1 de octubre de 2019 en
el muro lateral que da al río de la casabote del Real Círculo de Labradores, debajo
mismo de las pistas de baloncesto. Se trata de un retablo cerámico
conmemorativo del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo, en el que se nombra
al lugar como antiguo muelle de las Mulas.
Es decir puerto es
un concepto más amplio que muelle, al que engloba. Por hacer una comparación
aérea vendría a ser como un aeropuerto y una pista o terminal. No sé, ya me dirán
ustedes. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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