(Continuación) Pues como
ocurre en algunas tardes de toros, en las que el público muestra división de
opiniones con la faena que el matador le ha hecho al morlaco (ya saben, unos se
acuerdan de su padre y otros de su madre), aquí ocurre tres cuartos de lo
mismo, y lo mejor es que puede que todos tengan su parte de razón.
Dando una larga
cambiada al ejemplo del redondel taurino (que ‘hasta el rabo todo es toro’) y
centrándonos en el metrológico de las décadas, hasta dos categorías de
respuesta he encontrado: una de naturaleza matemática-calendaria,
que demuestra que la década acaba en 2020; y otra de convención social, que apuesta
porque la década acaba ahora, en 2019.
La década acaba en 2020. Naturaleza matemática-calendaria
O, por decirlo de
forma más completa, el fin de esta segunda década del tercer milenio termina el
31 de diciembre del año 2020 pues comenzó el 1 de enero de 2011. Y es que,
aunque solo sea por sentido común, cuando se cuenta lo que sea, la operación
se realiza empezando por el uno, no con el cero.
Si usted cuenta las
monedas que tiene en el bolsillo no empieza apartándolas y diciendo al hacerlo:
cero, una, dos, tres, etcétera. No, no lo hace. Como tampoco la primera vez que
tuvo una cita amorosa la contó como su cita cero, claro que no, eso es una
tontuna. Pues igual ocurre con los intervalos, sean éstos espaciales o temporales,
que se realizan empezando por el uno.
Nadie al nacer empieza
viviendo un año cero y hasta que no finaliza éste, no empieza a vivir su primer
año, es ilógico, pues desde el primer instante ya estamos en nuestro
primer año de vida. Como tampoco, cuando nuestros hijos entran en un centro de
enseñanza, lo hacen en, por ponerle un ejemplo: 0º de Primaria, 0º de
Bachillerato o 0º de Física en la universidad y al año siguiente pasan a 1º ¿Sabe
de alguien?, ¿a que no? Pues eso.
Concluyendo, las décadas,
como periodos de tiempo que son, también comienzan en el año terminado
en “1” y, por elemental operación aritmética, acaban en el año
terminado en el “0” siguiente, por lo que la esta segunda década del
siglo XXI transcurre entre 2011 y 2020.
Adenda calendaria
A este argumentario
matemático le podemos añadir un considerando más, de naturaleza calendaria.
Como sabe, tanto en los calendarios juliano y gregoriano, desde
que se impuso la llamada “era cristiana” o era común como forma de
contar los años a partir del nacimiento de Jesús, al primero de ellos, al
del mismo nacimiento se le denominó año uno o año primero y no
año cero. Es decir, no existe el año cero, de modo que nuestro
calendario comenzó en el año 1 d. C. y el anterior fue el 1 a. C.
Naturalmente tampoco
existen ni el segundo, el minuto, la hora, el día, la semana, el mes, el siglo
o el milenio cero, salvo en los nombres de algunas revistas, programas de radio
y de televisión del mostrenco gremio del mundillo de lo paranormal. “Titotatín
tatín tatín” o en marcha un ‘ikerizando’ que es gerundio. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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