Hoy ya totalmente
desaparecido, no ha quedado ningún vestigio del mismo, este muelle debe su
nombre supuestamente a las muelas de molino -piedras de gran tamaño utilizadas
para moler trigo, cebada, maíz o centeno y obtener harina-, que en él se
descargaban y con el que al parecer estaba pavimentado, siendo el único atraque
del puerto de la ciudad que contaba con un piso firme, pues los demás eran de
arena, incluido el gran muelle del Arenal.
Ubicado en la
orilla oeste del Guadalquivir, un poco más al sur de la Torre del Oro del muelle
del Arenal de Sevilla, comprendía lo que en la actualidad, y perteneciente al
barrio de los Remedios, son: las instalaciones deportivas del Real Círculo de
Labradores (RCL), al sur del puente de San Telmo; la
Plaza de Cuba, en el extremo de poniente del puente y, según algunos exégetas,
la zona norte del puente, donde en la actualidad hay varios negocios de
restauración.
Pero por aquella
época solo existían unas huertas conocidas como del Carmen y los Remedios, ya
que no fue hasta 1526 cuando se construyó una pequeña ermita en honor a la Virgen
de los Remedios. Una imagen de vocación marinera en esta orilla del rio, donde
se reparaban embarcaciones y se construían pequeñas barcas para uso fluvial.
Una virgen a la que los marineros saludaban desde el río y se encomendaban los
navegantes antes de partir hacia América. Eran otros tiempos.
Y por lo que
sabemos, más o menos delante de las actuales pistas de baloncesto del RCL
partió el 10 de agosto
de 1519, la expedición de la ‘Armada de la Especiería’, capitaneada por el navegante portugués Fernando de Magallanes (1480-1521). Una empresa con un objetivo exclusivamente
comercial que, sin pretenderlo, finalizó el 8 de septiembre de 1522 con la Primera Vuelta al Mundo, un objetivo científico-técnico, capitaneada por
el marino español Juan
Sebastián Elcano (1476-1526).
Una terna, los dos
hombres y la ciudad, en la que si Magallanes es el “alfa” o principio, Elcano es
el “omega” o final, y Sevilla, claro, es el “alfa y omega”, principio y fin de
una de las mayores empresas de toda la historia de la humanidad, que terminó cambiando la faz del mundo. Una expedición también llamada ‘Flota de las Molucas’, ya que tenía como misión principal y pretendida,
encontrar una ruta alternativa a las islas de las Especias o islas Molucas
(Indonesia) navegando hacia el oeste.
Y es que, hasta ese momento, la única
ruta marítima conocida discurría hacia el este, por dominios portugueses, a lo
largo de la costa de África y el océano Índico. La corona española intentaba de
este modo, romper el monopolio portugués del comercio de las especias (azafrán, canela o clavo), que entonces eran un cargamento tan valioso o
más que el mismo oro. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
3 comentarios :
Una forma diferente y sevillana de plantear la primera vuelta al mundo que espero tenga continuidad. Enhorabuena.
¿cuántos reconocimientos le ha hecho Sevilla a la primera circunnavegación al planeta?
¿No tiene más imágenes del muelle de las Mulas?
Publicar un comentario