Según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, dependiente del Instituto Geográfico Nacional que a su vez pertenece al Ministerio de Fomento, el verano astronómico de 2019 comienza hoy 21 de junio a las 17 h 54 min, hora oficial peninsular y balear, una menos en Canarias.
Un comienzo de la estación estival que tiene lugar con el solsticio de verano, y que como tal periodo durará 93 días y 15 horas, terminando el 23 de septiembre con el comienzo del otoño. Es exactamente lo que dura un verano, el tiempo que tarda en llegar el otoño.
Una fecha de inicio del estío, este año la del 21, que no es siempre la misma. En realidad son posibles hasta tres fechas distintas del calendario vigente, a saber: 20, 21 y 22 de junio.
Durante todo este siglo XXI el verano comenzará los días 20 y 21 de junio (fecha oficial española). La más tempranera tendrá lugar en las postrimerías del siglo, en el año 2096, ya veremos quienes están aquí para ratificarlo. Y la más tardía ya ocurrió, pues fue en el 2003.
Como ya hemos enrocado, estas variaciones obedecen a la necesidad de ajustar la duración del año calendario (los hay bisiestos) con la de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol, año trópico.
Acerca del inicio del verano
Como muchos de los asuntos humanos, el inicio de las estaciones también es fruto de un acuerdo, de un compromiso consensuado. Y estos iniciáticos en concreto, por convenio, vienen dados por aquellos instantes en los que la Tierra ocupa unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol.
Y en el caso del verano esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el astro alcanza su posición más boreal. Solsticio es un término astronómico relacionado con la posición del Sol en el ecuador celeste.
El día en que esto sucede, alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27') y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia. A esta circunstancia astronómica se la conoce como solsticio de verano.
Un término que significa “Sol quieto”, proviene del latín solstitium o sol sistere, y alude a la impresión que deja el sol de estar quieto en el cielo justo por encima del Trópico de Cáncer.
Por supuesto que esto que les digo es aquí, en el hemisferio norte. Porque justo en ese mismo instante, en el hemisferio sur se inicia la estación del invierno. Una cuestión de perspectiva.
Mirando al cielo: planetas y satélite
En cuanto a los planetas, hasta mediados de julio, el cielo del verano estará dominado al amanecer por Venus y Saturno. Al anochecer serán visibles Júpiter, Saturno y, hasta mediados de julio, Marte.
Y en lo tocante a la Luna, la primera luna llena del verano la tendremos el 16 de julio, y las otras dos, como las leyes de la cinemática celeste mandan, 29 o 30 días después. Es decir habrá plenilunio el 15 de agosto y el 14 de setiembre.
Las noches de novilunio o luna nueva de este verano, serán las del 2 de julio, 1 y 30 de agosto. Ya saben cada veintinueve (29) o treinta (30) días. Hay cosas que no cambian.
Acerca de los cambios estacionales
A modo de prontuario recordar, en relación con estos hechos, que:
1. Tanto equinoccios como solsticios se corresponden con un momento singular, que dura sólo un instante de tiempo. Es decir que el cambio astronómico de estación se produce repentinamente. Trato de decirles que no son una fecha, ni duran un día entero.Otra cosa es que acostumbremos a llamar equinoccio o solsticio al día en que ocurre ese instante. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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