(Continuación) Uno como el de la postal de hoy, en la que se puede ver cómo
desde una de estas máquinas, a cierta distancia y provisto de un telescopio, un hombre espía lo que
acontece en el interior de un recinto amurallado, supuestamente enemigo.
Digo enemigo porque si se fijan, un faro desde la torre le alumbra indicando
su posición y si se fijan mejor, arriba a la derecha viene otro aparato volador
que parece un aeroplano y que se le acerca
como para interceptarlo.
Claro que quizás haya un pequeño problema en la ilustración.
Como saben la colección es de 1899 y el autogiro o girocóptero,
precursor del actual helicóptero, no
lo inventa el científico español Juan de
la Cierva (1895-1936) hasta 1923. Un problema de fechas y esto es del todo cierto.
Sí, pero no lo es menos el hecho de que, uno de los inventos más famosos
del genial polímata florentino del Renacimiento Leonardo Da Vinci (1452-1519), sea precisamente el helicóptero. Ya,
ya, lo sé. Sólo fue un diseño y por supuesto carecía de una fuente motora lo
suficientemente potente como para hacerlo volar. Ya. Pero, quién sabe.
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