lunes, 18 de noviembre de 2024

Premios Ig Nobel, 2024. FÍSICA (y 2)

(Continuación) Como la de las fibras blancas, pobres en mioglobina, pero más grandes y de respuesta más rápidas (electrodos Wj en la figura) de la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss), capaz de mantenerse parada nadando contra un flujo de vórtices.

Las truchas muertas nadan solo un poco peor que las vivas

El patrón neuromuscular observado en este tipo de natación parece respaldar la hipótesis de que la trucha aprovecha la reducción del arrastre en el flujo de vórtices, para reducir su gasto energético y así, su actividad muscular axial anterior no se correlaciona con la amplitud del movimiento de su cabeza como en la natación constante.

Es para estudiar cómo influye el flujo de vórtices en la aerodinámica del cuerpo inerte de la trucha, que se han empleado ejemplares muertos remolcados, resultando que adoptan de forma temporal un movimiento similar al de la natación de Kármán, sin actividad muscular axial.

Un fenómeno aprovechado por las truchas vivas para reducir su gasto energético cuando tienen que adoptar dicha natación durante períodos prolongados de tiempo; algo que ya hemos visto en las bandadas de pájaros o los pelotones de ciclistas, perdón por los modelos, otros ejemplos de la escenografía de la universal, inexorable e ineludible ley de la economía.

Neuromuscular Control of Trout Swimming in a Vortex Street:’

‘Implications for Energy Economy During the Kármán Gait’ o “Control neuromuscular de la natación de truchas en una calle de vórtices: implicaciones para la economía energética durante la marcha de Kármán”.

Es el artículo publicado por Liao en la revista The Journal of Experimental Biology 207: 3495-3506 (2004), ojo que tiene ya dos décadas, donde expone lo que le cuento; si me permite otra licencia, una especie de reinterpretación bíblica del milagro de Lázaro, pero en versión trucha, perdón.

O si prefiere mejor la refranera sabiduría popular, “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”, ya sabe; y bueno, hasta aquí el estudio y sus implicaciones. En la interpretación de su autor queda demostrado que el cuerpo de las truchas muertas remolcadas, parece oscilar de forma similar a como lo hace el de las truchas vivas, pues así aprovechan los vórtices.

O sea, que como según la investigación a mayor curso favorable de agua menos esfuerzo del pez, que adopta una posición inerte para dejarse llevar, podemos decir que “se hacen las muertas”, un resultado que si lo piensa es una de esas verdades de Perogrullo para las que no hace falta alguna la ciencia.

Decir que “Los ángulos de cabeza de las truchas vivas tienen un rango más amplio de valores y una mayor variedad en comparación con las truchas muertas” es como la fábula esópica de “el parto de los montes”, tanto ruido para después parir un pequeño ratón. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas. 


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