(Continuación) Y tras los ocelos foliares, otro de estos premios chuscos ahora para un trabajo “detectivesco” realizado a fin de averiguar qué hay detrás del secreto de la longevidad humana; un asunto que dicho así resulta de lo más interesante y serio por lo que promete, sin embargo, no debemos olvidar que hablamos de los Anti Nobel, y ya sabe lo que significan...
Premio de Demografía
Este año y en esta
categoría le ha sido otorgado al politólogo Saul Justin Newman que en un
principio hipotetizaba que “el verdadero secreto de la longevidad es mudarse a
lugares donde los registros de nacimientos sean deficientes”, ¿de verdad un
premio por eso?
Vamos que las cifras
de longevidad podían estar “influenciadas” por la calidad de los registros de
nacimiento y defunción en los diferentes lugares nombrados así que, ni corto ni
perezoso, se dispuso a probarlo científicamente.
Para ello analizó registros en cinco países (Estados Unidos, Italia, Francia, Inglaterra y Japón) de dos categorías de individuos más allá de los centenarios (100 años): los super centenarios (de más de 110 años de edad) y los semi super centenarios (de más de 105 años). Y dice que se encontró con una sorpresa nada más empezar.
Resulta que todas
ellas eran personas que vivía en zonas sin registros civiles fiables desde
mediados del siglo pasado, con bajos ingresos per cápita, en malas condiciones
biosanitarias y con una esperanza de vida menor que el resto del país.
En su docta opinión,
todo apuntaba a que la longevidad de muchos de ellos realmente podría ser fruto
de involuntarios errores en los registros civiles o de fraudes familiares
voluntarios. Quién lo iría a pensar. Pero claro, como politólogo que es, le realizó
un tratamiento estadístico a los datos y los resultados obtenidos no han sido
menos sorprendentes.
Por ejemplo, la
correlación entre semi centenarios con la población que supera los 90 años
(incluyendo a los SSCs) es negativa, sí no he cometido un error de
transcripción, en las zonas de los países estudiados donde hay más personas con
más de 105 años resulta que hay menos personas de más de 90 años. Tito tatín,
tatín.
Ni que decirle que, como
científico social que es, Newman lo interpreta como que gran parte de los semi centenarios
son falsos, por ejemplo, al transferir la partida de nacimiento a un familiar
con el mismo nombre de pila. No se puede pensar otra cosa si la pobreza, las
malas condiciones sanitarias o la baja esperanza de vida están correlacionadas
con el porcentaje de personas con más de 105 años.
Incluso sugiere que
los quince minutos de fama, Andy Warhol dixit, que adquieren las
personas con más de 110 años y sus familias, son un acicate para maniobrar la fecha
de nacimiento y sacarse así un provecho. Ah, en esta misma línea de descrédito,
su autor ha publicado dos versiones de su trabajo (2019 y 2024) pero eso sí,
sin una revisión por pares. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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