jueves, 25 de mayo de 2023

Centenario de Einstein en España, 1923. Fin de la estancia en España: jueves 15 de marzo

(Continuación) No es el momento, pero destacar aquí las peripecias del Premio Nobel en Física de 1921 que se le concedió “por sus aportaciones a la física teórica y, especialmente, por el descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico”, y no como muchos creen por la teoría de la relatividad.

El jurado sueco se mostró incapaz de entender el razonamiento científico de tan controvertida teoría, a la vez que preocupado de que la misma pudiera ser cuestionada en el futuro y quedar así en evidencia intelectual, algo que por cierto ya había ocurrido y en más de una ocasión. Precaución.

De modo que tras no pocas peripecias se le concedió pero por su explicación cuántica del efecto fotoeléctrico (efe), un trabajo que había publicado en 1905 en el que proponía la idea del cuanto de luz (fotón) para explicar dicho fenómeno, basándose en la ecuación de Planck. Caución.

‘Über einen die Erzeugung und Verwandlung des Lichtes betreffenden heuristischen Gesichtspunkt’

O “Un punto de vista heurístico sobre la producción y transformación de la luz”, uno de los cinco artículos que Einstein mandó a la revista Annalen der Physik ("Anales de Física") en 1905, con los que forjó un nuevo universo, una concepción radicalmente diferente del espacio, el tiempo, la materia y la energía.

Este trabajo, por cierto, fue la base de la mecánica cuántica uno de los tres pilares, junto con la citada relatividad y la teoría de caos, de la actual física moderna, así que nuestro hombre era el perejil de casi todos los platos que se cocinaban en la física del pasado siglo XX.   

De ahí que fuera recibido en todo el mundo, España incluida, como una mega estrella de la ciencia, con un seguimiento exhaustivo de los medios y una agenda llena de actos en la que no faltaban conferencias sobre la relatividad, claro. 

Las mismas a cuya finalización el público que las abarrotaba, aplaudía a rabiar a pesar de no haberse enterado de nada pero convencido de haber asistido a la lección de un genio que pasaría a los libros de historia.

Partida real de Madrid

Epílogo de la gira española que duraría veintidós días, iniciándose el jueves 22 de febrero de 1923 con su llegada a Barcelona y acabando el 15 de marzo, también jueves, con despedida real en Madrid y destino hacia Francia, Berlín, Suecia, etcétera. 

La verdad es que compromisos académicos y sociales no le faltaban a un Einstein que se encontraba en un momento de gran reconocimiento internacional tanto a nivel científico como popular.

Y le digo real porque partió como un rey ya que el monarca español Alfonso XIII, puso a su disposición el vagón real; se cuenta que, ya en territorio francés, y cansado de tanto protocolo y boato le dijo a su esposa: “Tú puedes hacer lo que prefieras, pero yo pienso continuar el viaje en tercera clase”. Genio y figura. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


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