[Esta entrada apareció publicada el 26 de mayo de 2023, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
(Continuación) La ciencia, que desde la prehistoria ha avanzado que es una barbaridad, y hoy día tenemos unas cremas de urea al 5%, mucho más efectivas y del todo asépticas, sin riesgo de provocarnos desde infecciones cutáneas hasta dermatitis como lo hace la orina, por no hablar del peligro que supone su penetración en el torrente sanguíneo por una herida.
No, no es argumento para
justificar una aplicación tópica que la orina contenga urea como las cremas,
¿qué tendrá que ver?, la urea es tan solo uno de los muchos compuestos que forman
la orina, y si no todo lo que contiene urea es orina entonces, ¿a qué viene la
asociación?
Tres cuartos de lo mismo ocurre al orinar sobre picaduras de medusas, avispas o abejas, así como sobre quemaduras solares o pequeños cortes e irritaciones, un “remedio popular” nada aconsejable por contraproducente, ya que puede activar los nematocistos que permanecen en el lugar de la picadura empeorando el dolor ¿Y beberla en caso de emergencia? ¿deben ingerir orina las personas en un intento desesperado por sobrevivir, como cuando por un terremoto han permanecido bajo los escombros durante días?
Pues
siento decirle que no es buena idea, cuanto más deshidratados estamos por no
beber, más concentran la orina nuestros riñones y menos agua expulsan ya que
la necesitamos para sobrevivir; en situaciones como ésta la orina tendrá un
oscuro color amarillo, casi marrón, ya que los productos de deshecho del cuerpo
humano estarán muy concentrados. Y por supuesto beberla no nos hidratará en
absoluto sino más bien al contrario, ya que esa alta concentración de sales
solo provocará que se extraiga agua de nuestras células. Es lo mismo que ocurre
si bebemos agua de mar.
Ésta es la verdad del asunto de la uroterapia, sí lo sé, es ya el cuarto nombre que le traigo, pero es que también se conoce así a esta guarrada de prácticas que algunos realizan con su “agüita amarilla”. El caso es que la pueden llamar como quieran, pero la idea siempre es la misma falacia, estamos ante una aciencia, una falsa ciencia o una pseudociencia, como quieran llamarla también, basada en un argumentario del tipo: “Mientras el feto permanece en el útero materno ingiere líquido amniótico y su propia orina, y gracias a ello no padece enfermedades.
Luego si no queremos padecerlas debemos beber nuestra propia
orina”. Sin comentario ante la estulticia. Y vamos con el vínculo musical, del
que ya se habrá hecho una idea sobre todo si tiene una edad, se trata de la
canción ‘Mi agüita amarilla’, perteneciente al álbum 30 años de
éxitos publicado en 1986 y llamado así a pesar de ser el primero del grupo Los
Toreros Muertos. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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