[Esta entrada apareció publicada el 19 de mayo de 2023, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
(Continuación) Tampoco los conocimientos ciertos de la ciencia nos traen buenas noticias acerca de esta falsa terapia, sí también se la conoce como orinoterapia, cuando afirman que no existe ninguna evidencia científica que apoye su uso terapéutico y, además, nos advierten de los peligros que su uso supone para nuestra salud.
Así que nada más lejos de lo que afirman estos magufos pues ni regula la tensión arterial ni mejora el proceso de filtrado de la sangre por el riñón ni aumenta las defensas ni actúa como limpiador de hígado, bazo y páncreas ni tonifica ni sirve como antidepresivo ni aumenta la potencia sexual ni favorece la movilidad intestina ni, no sé cuántas cosas más, incluida la disparatada idea de que cura el cáncer.
Según la American Cancer
Society “la evidencia científica disponible no respalda las afirmaciones de
que la orina o la urea sean benéficas para los pacientes con cáncer, cualquiera
sea su forma de administración”. Cualquiera que sea su forma, insisto, desde la
extrema de inyectársela por vía intravenosa, hasta la de aplicarla sobre la
piel, pasando por la de ingerirla. No entraré en la primera, le confieso que me
sobrepasa, pero sí le comentaré algo más acerca de la segunda, la tópica de
supuestos beneficios médicos y cosméticos.
Lo hago a partir de un vínculo artístico, literario o cinematográfico, ‘Los santos inocentes’, película dirigida por Mario Camus en 1984 basada en la novela homónima de 1981 escrita por Miguel Delibes, más en concreto de la escena en la que Azarías (Paco Rabal) dice “Me orino las manos cada mañana pa’ que no se me agrieten”, y su hermana, la Régula (Terele Pávez), le mira con cara de asco y le espeta “Semejante puerco, ¿no ves que estás criando miseria y se la pegas a la criatura?”.
Una maravilla y lo mejor de todo es que ambos tienen razón. Sí, la orina es rica en urea, sustancia que actúa como remedio contra las grietas de la piel, y el de mearse las manos un recurso que el hombre, a falta de otro, ha utilizado desde los tiempos prehistóricos. Pero claro, está la ciencia. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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