(Continuación) Y tres, no fue un personaje histórico real y las obras fueron escritas por un grupo de Alejandría que tomó el nombre de una persona que existió, eso sí, unos cien años antes, Euclides de Megara. Vamos que fue un equipo con nombre de persona pero que no era el de ninguno de ellos.
Docencia y anécdotas: “Señor, no hay caminos reales en
geometría”
Es probable que Euclides se educara en Atenas y estudiara en la escuela de Platón sin llegar a conocer las obras de Aristóteles, así como que enseñó en Alejandría, donde abrió una escuela que acabaría siendo la más importante del mundo helénico. Fue durante el reinado de Ptolomeo I Sóter, fundador de la dinastía ptolemaica que gobernaría Egipto desde la muerte de Alejandro Magno hasta la ocupación romana, y de esta época cuentan una curiosa anécdota. Al parecer, y dado el gran prestigio que el sabio tenía en el ejercicio de sus enseñanzas, el propio monarca le pidió un método fácil para aprender matemáticas, y dice la leyenda que fue entonces cuando dijo lo de: “Señor, no hay caminos reales en geometría”.
No sé qué pensará usted, pero a mí me mosquean estas
ocurrentes ocurrencias dialécticas, máxime si, como ocurre en este caso, existe
que otra situación parecida y con semejante epigrama. Una que se atribuye a Menecmo,
como réplica a una solicitud similar por parte, ahora, de Alejandro Magno.
Lo que sí es cierto es que no existe una vía regia para llegar a la geometría.
No.
Docencia
y anécdotas: “Dale una moneda y que se marche. Lo que éste busca no es el saber, es otra cosa”
Es otra, y quizás la más conocida de las sentencias que, alguna de las historias de la Historia le ha atribuido desde siempre al desconocido y prolífico matemático griego Euclides (325-265). Recogida por el doxógrafo neoplatónico romano Estobeo -de que quien ya le adelanto no sabemos nada fiable de su vida, aviso a navegantes-, cuenta que el sabio la pronunció durante una de sus clases en la que uno de los alumnos, un joven que se iniciaba en el estudio de la geometría, le preguntó que para qué servían todas aquellas demostraciones tan extensas y complejas. Que, después de todo, qué era lo que ganaría él con su difícil aprendizaje. Nunca lo preguntara. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 02 de enero de 2023, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
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