jueves, 23 de marzo de 2023

DCPS. CEIP Marie Curie (1)

(Continuación) Y del otro lado, Madame Curie, quien fue víctima de una maquinación en la que se pueden adivinar buenas dosis de machismo y xenofobia. Una cuestión ésta que, a pesar del tiempo transcurrido, no parece haya cambiado lo suficiente ni cualitativa ni cuantitativamente hablando.

Antes de continuar, y como seguro habrá apreciado por la cabecera, he cambiado de reconocimiento sevillano, ahora estamos en un centro de educación infantil y primaria inaugurado en el 2008, o sea finales de la primera década del siglo XXI y ubicado en el barrio de los Bermejales, distrito Bellavista-La Palmera, Sevilla, 41012. Vamos que nos hemos ido al SO de la ciudad, como quien dice al otro extremo.

Siglo XX (tercera y cuarta década)

1922. Ni cualitativa ni cuantitativamente le decía, si bien en el caso que nos trae solo fue una cuestión cuantitativa y me explico. Aunque por motivos exógenos el nombramiento académico de Marie no pudo ser al primer intento (1911), sí lo fue al segundo; once años después, de acuerdo algo tarde, pero ella se convirtió en la primera mujer miembro de la Academia Francesa de Medicina. Nunca es tarde si…

1935. Y con el paso del tiempo sería también la primera madre nobel con una hija y un yerno nobel. El sucedido se produjo cuando su hija Irene Curie (1897-1956) obtuvo el Premio Nobel de Química en 1935 junto a su marido Frédéric Joliot (1900-1958), ‘por producir artificialmente elementos radiactivos’. Ambos adoptaron el apellido Joliot-Curie.

No quiero abundar, pero los Curie conforman toda una familia de nobeles, un fleco que dejo suelto de esta costura, por si me viene bien hilvanarlo en otra ocasión; se lo digo por lo que dice el saber popular, aquello de ‘Dios los cría y el viento los amontona’ o eso otro de ‘De casta le viene al galgo el ser rabilargo’, que lo mismo puede que sean hasta verdad.

Última década secular

1995. Por último, sus restos reposan junto con los de su esposo, en el exclusivista Panteón de los Hombres Ilustres en París, el “sancta sanctorum” de los hombres más insignes de Francia, léase Víctor Hugo, Voltaire, Rousseau o Zola. Y entre todos ellos está ella, una mujer, y de nuevo la primera que alcanza tal honor por méritos propios.

Si las cuenta verá que tal como adelanté, hasta por “una docena del fraile” de veces Marie Curie es la primera mujer de la historia en conseguir un logro científico. Pero no uno cualquiera, no. Todos y cada uno de ellos está al alcance de muy, muy, pocos hombres, y me refiero con el término hombres a los seres humanos varones. Ya, increíble, pero cierto. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

[**] El original de esta entrada fue publicado el 28 de noviembre de 2022, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad. 

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