miércoles, 15 de marzo de 2023

Centenario de Einstein en España, 1923. Otros actos en Barcelona

(Continuación) “Hemos de confesar que muchos de los concurrentes sacaron de las explicaciones del conferenciante lo que el negro del sermón, como lo demostraba el aspecto del cansancio que sorprendimos en gran número de caras conocidas, y los suspiros de liberación que exhalaron muchos pechos al oír las palabras finales”.

Sí, contundente, despreciativo y políticamente correcto para la época, lo digo por el uso de la metáfora racista por parte de Colominas. Hoy no sería igual, no. Pero los siete días de febrero que Einstein permaneció en la ciudad dieron bastante de sí pues, además de las cuatro conferencias el físico realizó varias visitas por Cataluña y participó en otros actos no académicos.

Por cierto, a propósito de una de las conferencias, el escritor español Josep M. de Sagarra, colaborador asiduo en prensa, escribió el 4 de marzo un artículo titulado simplemente ‘Einstein’ para el diario La Publicidad, y que se hizo muy conocido y popular por el sucedido de la pizarra.

La pizarra de Barcelona

Según él mismo cuenta acudió a la conferencia movido sobre todo por la curiosidad, como todos o casi todos, y en las líneas de su artículo plasmó, no solo el acontecimiento social que supuso la charla del genio relativista, no olvidemos que ya era toda una estrella mundial cuando recaló en la capital catalana.

También aprovechó la ocasión para mofarse de algunos supuestos intelectuales que, evidentemente, habían acudido a ver a Einstein sólo por puro esnobismo. Naturalmente entre el público de estas charlas, junto a las de Madrid o de Zaragoza, se encontraban intelectuales de la talla del médico científico y Nobel (1906) Santiago Ramón y Cajal, el doctor Gregorio Marañón, el filósofo José Ortega y Gasset o el escritor Ramón Gómez de la Serna.

Pero no quedó ahí la carga de ironía de Sagarra quien en el mismo artículo se lamentaba de que no se hubiese conservado el contenido de las pizarras que Einstein escribía para apoyar sus explicaciones -textos, dibujos, fórmulas y gráficos-, y que después borraba al llenarse las mismas.

Expresaba que se debían de haber conservado eternamente como recuerdo, del mismo modo que se solía hacer con las zapatillas del Papa, y al parecer durante el transcurso, tuvo la ocurrencia, aunque tardía, de exclamar: “Haga el favor, no lo borre, ya le llevaremos otra pizarra”. O eso cuentan.

Universidad, Escuelas y la CNT

Entre otros centros docentes donde Einstein fue protagonista de un acto en su honor, tras la recepción en el Ayuntamiento, se encuentran: la Universidad, donde se entrevistó con el rector acompañado por Esteve Terradas; la Escuela Industrial de Barcelona, un proyecto pionero; la Escuela del Mar, una institución educativa para niños con dificultades físicas; o el Grupo Escolar Baixeras, referente de renovación pedagógica de la época. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


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