La caja azul de Nivea. Categoría química (1)

(Continuación) Beiersdorf AG comercializa sus productos cosméticos en alrededor de doscientos países, y tiene una facturación que en 2017 superó los siete mil millones de euros. Lo que no está nada mal, máxime si pensamos que fue fundada en 1911, ciento diez años la contemplan, cuando empezó con la producción de la nívea crema.

Echando números, leo a vuela tecla que cada día se prensan medio millón de latas y se producen cincuenta toneladas de crema. Unos números indicadores de que en la actualidad, de la blanca crema de la lata azul de aluminio, se venden más de cien millones cada año, conteniendo unas doce mil quinientas toneladas del mítico cosmético, y a lo largo de un par de centenares de países.

No, no está mal, nada mal, si además tenemos en cuenta que en aquellos tiempos, ni los medios de comunicación tenían el poder publicitario de hoy, ni había Internet, ni existían las redes sociales con lo que son y significan.

Sólo sus bondades cosméticas, de hidratación intensiva, extensiva y duradera para la piel corporal, justificaron que su fama se propagara por el boca a boca, ¿o es boca a oreja o boca a oído? Ahí lo dejo.

Algo de su intrahistoria industrial 

Como tal producto químico, fue fruto de la colaboración de tres alemanes que vivieron a caballo entre los siglos XIX y XX, a saber. Oscar Troplowitz (1863-1918), farmacéutico y empresario, cofundador de la compañía Beiersdorf.

Isaac Lifschütz (1852-1938), químico y con quien en puridad comienza todo, pues es el creador de Eucerit, el emulsionante base de la crema, una mezcla homogénea estable y refinada de aceite y agua, algo nada fácil de obtener.

Y Paul Gerson Unna (1850-1929), dermatólogo que reconoce el extraordinario potencial del emulsionante descubierto por Lifschütz y, comercialmente, lo pone en contacto con el empresario Troplowitz.

Un tercer vértice necesario, pero no suficiente para cualquier triángulo, y punto de partida de la singladura secular de la empresa farmacéutica alemana, Beiersdorf y de, ‘la madre de todas las cremas’, Nivea.

De la química de Nivea: emulsión

De la química bachillera recordamos que una emulsión es una mezcla heterogénea de dos líquidos inmiscibles, en el que uno de ellos (fase dispersa) está dispersado en el otro (fase continua o dispersante), como ocurre con el aceite y el agua. (Continuará)

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