“Si las abejas desaparecieran…” (2)

(Continuación) No lo fueron pues ya en el siglo XXI, leo a vuelatecla, en la película estadounidense The Happening (2007), de argumento más que prescindible para estos intereses y dirigida por el indio-estadounidense M. Night Shyamalan (1970), se repite la suspecta historia acerca de la autoría.

“… de la faz de la Tierra, a los humanos sólo les quedarían cuatro años de vida”

Y se retoma la susodicha frase mal atribuida, o sea que más de lo mismo, portando un mensaje tan interesante e interesado como aterrador, máxime si tenemos en cuenta las actuales circunstancias del cambiante clima y, además, nos creemos que la dijo quien dicen que lo hizo. Nada menos que el sabio de las relatividades.

Lo ve, aquí, los apicultores belgas sí estuvieron acertados. No hay nada mejor, para que se le preste toda la atención y la mayor de las notoriedades, como poner el mensaje que queremos difundir, en boca de alguien conocido, reconocido y respetado.

Aunque ese alguien, del asunto en cuestión, no sea lo que se dice, precisamente, un experto como es el caso que nos trae; el del desconocimiento es un detalle menor que no hace al caso propagandístico. Y si a todo esto le agregamos que las abejas, parece ser que están desapareciendo, pues como dijo aquél, miel sobre hojuelas, perdone la referencia.

Yendo por partes. Primeros “peros”

A fin de evitar malentendidos, vaya por delante la siguiente afirmación. Sin los insectos polinizadores, sin la biodiversidad, nuestra propia existencia sería, no ya diferente, sino que, incluso, alguien podría llegar a cuestionarla.

Sí, suena alarmista pero, ojo, puede ser. Mas, asentada esta base, sobre la rotundidad de la afirmación y su certeza, cabe dar algunas pinceladas documentadas, a modo de “peros” encontrados en esta cesta de manzanas científicas, permítame la licencia frutícola.

Uno. Para empezar no tiene en cuenta que, además de las abejas, hay miles de especies de insectos que también realizan la polinización. No son ellas entonces, las únicas encargadas de esa labor, si bien no es menos cierto que resultan esenciales en cultivos como la fresa, la alfalfa, las almendras, los pepinos, las manzanas, los tomates o las sandías.

¡Ah!, sin las abejas tampoco sería posible el zumo de naranja, no, esto no tiene buena pinta. Y lo peor es que no queda aquí la cosa.

Otro. Está demostrado que hasta un setenta y cinco por ciento (75%) de todos los alimentos vegetales que tomamos necesitan de la polinización de los insectos, por lo que si estos desaparecen... (Continuará)

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