jueves, 9 de septiembre de 2021

Marte silente, errante y resiliente: Ciencia griega (2)

(Continuación) Y aunque el término científico como tal tardaría bastantes siglos en aparecer William Whewell (1840), sin duda alguna estamos ya ante uno de ellos, uno capaz de elaborar un verdadero programa de investigación en el que se valora la observación sistemática y cotidiana, basada en instrumentos que ellos mismos inventan y desarrollan.

Nos alejamos del maravilloso geocentrismo fantástico, ya que las primeras observaciones de auténtico valor científico sobre la estructura del Universo, fueron realizadas por estos griegos quienes, al formularse una serie de preguntas sobre los movimientos de los cuerpos celestes, cumplían con dos de los primeros pasos esenciales en todo proceso científico.

A saber: a) observación atenta, crítica y racional de los fenómenos y, b) formulación de interrogantes y planteamiento de hipótesis. Nada de creencias, dioses o sobrenaturalidad.

De los movimientos del cielo: planetas

Son estos nuevos astrónomos los que llaman planetas, “estrellas errantes o erráticas”, a esos cuerpos celestes que, al ser observados desde la Tierra, se desplazan mostrando un aparente cambio de posición. Una especie de rápido vagabundeo, Marte errante.

De esta manera los diferenciaban de aquellos otros que, también desde la superficie terrestre, parecían guardar siempre entre sí la misma distancia y a las que llamaron estrellas fijas. Etimológicamente la palabra planeta deriva del latín, adoptada su vez del griego, y significa a aquellos cuerpos que presenta un movimiento aparente rápido, errante, con respecto al fondo de estrellas fijas.

Unos cuerpos estos que en realidad tampoco lo están pues, en puridad, sí presentan un desplazamiento en el transcurrir de la noche solo que de una forma tan lenta, que no parecen cambiar de posición, de ahí el calificativo de fijas.

Como seguro sabe, hoy día y gracias a la ciencia, el término planeta se reserva exclusivamente para aquellos cuerpos celestes que giran en torno a una estrella, como en este ejemplo lo son Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, siendo la Luna un satélite, el único de la Tierra y el Sol, la estrella alrededor de la cual giran.

Ya habrá caído en la cuenta que escribo esto desde un particular punto de vista, de los dos imperantes a lo largo del tiempo, el del heliocentrismo o modelo copernicano.

Geocentrismo ptolemaico

Pero eso es hoy, en los tiempos griegos a los que nos estamos refiriendo predominaba mayoritariamente el modelo geocéntrico, una visión antropocéntrica del Universo según la cual nuestro planeta es el centro del mismo y a su alrededor giraban todos los demás cuerpos (Sol, Luna, planetas, estrellas) describiendo trayectorias circunferenciales. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


2 comentarios :

Anónimo dijo...

¿Trayectorias circunferenciales o circulares? ¿Dónde está la diferencia?

Anónimo dijo...

Deberías leer la entrada del blog 'Diferenciando circunferencia, círculo y esfera'.