domingo, 26 de septiembre de 2021

La caja azul. Anecdotario (1)

Hace unos días, mientras paseaba por la ya septembrina pero aún estival playa roteña, la vi en las manos de una señora que, justo en ese momento, la sacaba del bolso.

Y no pude por menos que sentirme atrapado por una imagen que me retrotrajo a buena parte de la infancia y juventud de mis hermanos y la mía propia, allá en la onubense playa de Mazagón, por los años sesenta y setenta del pasado siglo.

La de toda la vida

Solo que entonces eran las manos de nuestra madre las que sostenían a esta vieja y antañona conocida, la metálica caja azul de crema con los caracteres en blanco y nombre en mayúsculas, escrito en el centro, NIVEA. La de toda la vida.

Un producto de benéficos efectos cosméticos, que a lo largo del tiempo ha estado presente en la vida de muchos de nosotros, aunque no siempre nos hallamos percatado de ello. Algo parecido a lo que ocurre cuando miramos y no vemos; que no es lo mismo mirar que ver, como tampoco lo es oír que escuchar.

Pero yendo a lo que vamos y por lo que tengo leído, estamos ante la crema cosmética para la piel con más éxito de todos los tiempos, pues fue inventada en 1911, así que estamos en su centésimo décimo (110.º) aniversario, y este es un acontecimiento temporal que no todos los productos pueden celebrar.

Pero ella sí, y además no le faltan méritos. Aunque resulte prosaico y vulgar hablar de números, ha de saber que en la actualidad, y a pesar del siglo largo transcurrido, comercializa más de cien millones (100 000 000) de estas latas al año. O sea. Pero no van por ahí mis intereses divulgativos.

De amplio espectro

Prefiero centrarme en el sinfín de beneficios que mi madre en casa le encontraba y para toda la familia, no crea. He pedido ayuda a mis hermanos para hacer memoria de esta crema multiuso y, a riesgo de dejarme alguna entre teclas, este es el listado de aplicaciones basadas muchas de ellas en su enorme potencial de hidratación.

Mamá la utilizaba prácticamente para todo el cuerpo, entiéndase, rostro, labios, manos, codos, cutículas, rodillas o grietas de los pies. Naturalmente también la aplicaba como ‘aftersun’ en los días de playa, para una quemadura no grave con algo caliente y en dermatitis leves.

Ella, personalmente, hacía uso de la crema como desmaquillante, anti ojeras, anti edad en la zona de los ojos, pomada capilar y, puntualmente, para prevenir las estrías del embarazo (fuimos siete hermanos). Ah, también la usaba para las irritaciones que producían los pañales.

Pero su afición por este producto le llevaba a emplearlo a veces, de manera alternativa, para quitar ciertas manchas de tinta, cuidar un sillón de piel, mejorar una puerta o contraventana o dar brillo a un bolso, cinturón o zapato. O sea, que. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


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