lunes, 27 de septiembre de 2021

La caja azul. Anecdotario (y 2)

(Continuación) Así eran, nuestra madre por un lado y, la archiconocida crema cosmética de la caja azul por otro que, dicho sea de paso, no siempre fue así. Me explico.

Al principio ni era azul la caja ni cosmética la crema

Tal cual lo lee. Creada por tres alemanes -el farmacéutico y empresario Oscar Troplowitz, el químico Isaac Lifschütz y el dermatólogo Paul Gerson Unna-, en un principio la susodicha estaba destinada a fines médicos.

Sin embargo, gracias a su gran capacidad cosmética y a que la emulsión de agua en aceite con la que estaba fabricada, Eucerit, inventada por Lifschütz era muy estable, se optó por darle un giro comercial. Se decidió que su aplicación no sería médica sino cosmética, mucho más rentable, y como tal se lanzó al gran público.

Un nuevo producto de belleza que se comercializó en una lata, una bien diferente a la actual pues su decoración era verde-amarilla, con un toque de inspiración ‘Art Nouveau’. Vamos lo que hoy llamaríamos un vintage clásico, pero que solo se mantuvo hasta la década siguiente cuando, en 1925, se sustituyó por la icónica lata de color azul.

Un diseño quizás, de los más reconocibles y famosos del mundo, que se ha mantenido sobre todo como referente comercial, si bien hemos de destacar su capacidad como continente, para conservar inalterables los componentes de la crema durante mucho tiempo. Por cierto, las actuales cajas de aluminio (Al) son más ligeras ya que han reducido su masa en un seis por ciento (6 %).

Pero el resto no ha cambiado nada, o casi

Lo que no ha cambiado a lo largo del tiempo es su nombre que, etimológicamente, proviene del latín nix, nivis’ que significa “nieve”. De ahí NIVEA, el nombre de la marca, del adjetivo ‘niveus / nivea / niveum’, es decir, “níveo/-a”: de color blanco como la nieve.

Algo que tampoco ha cambiado desde sus inicios es su fórmula compositiva básica, exenta de conservantes, si bien se han mejorado ciertos aspectos químicos gracias a los últimos avances científicos. Natural, las ciencias avanzan.

También se siguen manteniendo su textura y fragancia pues en su fórmula magistral encontramos, fiel a sus orígenes: bergamota, naranja, lavanda, rosa, lila y lirios. Y en su INCI cualitativo hallamos pantenol, Eucerit, glicerina, entre otros compuestos; del cuantitativo ya sabe que, por ley, no puedo “decir ni mu”.

Y hasta aquí lo que le quería contar, con el rango de anécdota, de la icónica caja azul. Si está interesado me lo hace saber y lo enroco: alguna que otra leyenda urbana; su mítico balón hinchable, un accesorio de las vacaciones; o sus revolucionarias campañas publicitarias.

Sin olvidarnos de otros aspectos sociales, humanos y científicos relacionados con el pasado siglo XX, la tripleta de creadores y el propio proceso fabril, vamos que marchando una con el rango de categoría. Quedo a la espera. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

 


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