jueves, 2 de abril de 2020

‘Decamerón’, erotismo y más allá

(Continuación) Claro que también ayudó el hecho de que, a lo largo del tiempo y casi hasta nuestros días, diferentes países de todo el mundo lo hayan tenido catalogado como pornografía, haciendo ilegal su paso por algunas aduanas y llegando incluso a ser quemados por las autoridades pertinentes.
Pero va más allá les decía porque, si bien desde el punto de vista estructural está escrito con la técnica literaria de la ‘narración enmarcada’ -agregados de relatos sin armonizar dentro de una narración principal-, no hay la menor duda de que se trata de la primera obra en prosa, siendo un libro esencial a la hora de introducir, en la literatura europea, el género de la novela breve o relato, la conocida ‘novella’.
‘Novella’ y erotismo
Con ella se abandona la temática religiosa y los personajes bondadosos, leales y heroicos que predominaban en la época, para adentrarse en otros temas digamos más profanos (riqueza, sexo, engaño) y hacerlo además de la mano de personajes viciosos, embusteros y adúlteros.
Es más, en una nueva vuelta de tuerca, son precisamente los eclesiásticos los personajes peor tratados de la obra al ser los más viciosos. Así que estamos ante todo un ataque directo y frontal a la Iglesia.
Sin embargo, insisto, el Decamerón no es sólo la novela erótica de la Edad Media, conformada exclusivamente por adulterios, bromas zafias y orgías protagonizadas por curas desvergonzados, monjas ninfómanas, nobles ávidos, campesinos lúbricos o aldeanas priápicas.
Es evidente que estamos ante una nueva literatura hecha para divertir, ya no es épica ni moralizante, y por supuesto que va dirigida a un nuevo tipo de lector, los burgueses (ciudadanos de los burgos) y las mujeres. Pero lo realmente importante es que no se queda ahí, también es un retrato de la compleja sociedad italiana del siglo XIV, una especie de magnífico fresco literario, una crónica del mundo en el que viven.
Vamos que Boccaccio era un humanista. No obstante, no le quiero llamar a engaño y le prevengo. Como ocurre con otros libros supuestamente interesantes -me vienen a la memoria el ‘Ulises’ del irlandés J. Joyce o ‘En busca del tiempo perdido’ del francés M. Proust-, el ‘Decamerón’ es también un libro complicado de leer pues sobre su lenguaje pesan los casi siete (7) siglos transcurridos desde que se publicó.
Mas si decide hacerlo, puede que su lectura le resulte interesante, mi particular consejo es que se arme de una buena provisión de paciencia y curiosidad a partes iguales. Otro sí, y por si no es el caso, no lo recuerda ahora y tampoco lo tiene a mano, le resumo su argumento. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


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