Como principio quieren las cosas, iniciamos
el montaje de esta leyenda urbana desde la arcana oscuridad de la
credulidad.
Leyenda urbana. Credulidad
Por lo que tengo averiguado, ya desde la
antigüedad se pensaba que en las flores moraban ciertos entes demoníacos, una
especie de seres que salían de noche y atacaban a las personas enfermas que no
tenían fuerza suficiente para defenderse de ellos. Se trata naturalmente de una
credulidad que surge de un antañón concepto pagano según el cual, todas
las criaturas de la naturaleza tienen su propia divinidad o espíritu que podía
ser atacada por otras, fueran buenas o malas, según la exigencia del fantasioso
sucedido.
Una superchería que carece de cualquier
fundamento científico, ha llegado hasta nosotros en forma de leyenda urbana,
eso sí, con las adaptaciones que los nuevos tiempos le han ido incorporando y
que todos hemos escuchado o leído en más de una ocasión. Ya sabe, no es conveniente
que por las noches, al irnos a dormir, haya plantas y flores en nuestra
habitación.
Curiosamente se trata de una superstición de origen y expansión neta y
exclusivamente española, una especie de made in Spain, pues al parecer
en otros países ésta no circula por el folclore de sus historias raras o del “mal
rollito”, en las que sí hay relaciones entre plantas y muerte, pero no de esta
manera.
Por lo que creemos, el hecho de tener
plantas y flores en el salón sea en estanterías o en el suelo tiene una función
estética en el hogar, al darle un ambiente acogedor a la estancia y además,
parece comprobado su efecto salutífero para las personas al reducir su estrés y
proporcionarle una mayor tranquilidad. Pero hasta aquí llega la creencia benéfica
en esta comunión vegetal-humano, pues algunos creen peligroso dormir con ellas
en un mismo cuarto, por lo que la evitan, Spain is different. Ya, pero
en qué se basa esta creencia.
Leyenda
urbana. Creencia
Es una de las más comunes, repetidas y extendidas
entre nosotros, el dar por asentado que las plantas, como seres vivos que son,
absorben el oxígeno de la habitación, quitándonoslo a los humanos que lo
necesitamos para respirar. O sea que precaución con mantener la plantita o el
ramo de flores cerca de nosotros, a la hora dormir.
Es algo que dicho así, la verdad resulta creíble
y de hecho, los que tenemos ya una cierta edad, recordamos haberlo oído no sólo
en casa a nuestras abuelas y madres, sino también es probable que lo
escucháramos en el colegio. En la clase de algún maestro, quizás de ciencias
naturales, cuando nos explicaba las funciones de nutrición y respiración de
las plantas, en las que aparecían sustancias químicas como oxígeno y dióxido
de carbono. O eso creemos recordar. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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