Enigma parental. Paradoja

Me llegó hace unas semanas en forma de pretendido enigma ingenioso y paradójico, y me consta que por WhastsApp circula un vídeo elaborado en español por la misma BBC, que podríamos llamar algo así como el titular o el ‘Enigma de los dos padres’.

En él podemos ver las respuestas que por separado, dan diferentes personas al siguiente acertijo: “Un padre y un hijo viajan en coche y sufren un grave accidente. El padre muere y al hijo se lo llevan a un hospital pues necesita urgentemente de una compleja operación, para la que llaman a una eminencia médica que cuando llega y ve al paciente, dice: ‘No puedo operarlo, es mi hijo”.

¿Cómo explica usted esta, en apariencia, paradoja? Si el padre ha muerto, ¿quién es entonces esa eminencia médica?, ¿quién es quién en este acertijo? Por si lo piensa durante un rato y no encuentra una respuesta, a modo de consuelo le diré que son (somos) muchos los sorprendidos a quienes nos ha costado, y bastante, encontrar la respuesta, y otros tantos los que no la han encontrado.

Entre las personas que aparecen en el vídeo las respuestas fueron variopintas. Desde los escuetos “Es imposible porque el padre está muerto” o “No puede ser”. Pasando por el ignaro “Caramba, ni idea” y los explicativos “El padre es el médico y el padre que murió es un sacerdote”, “Es un padre el que va en el coche, pero no el de ese hijo” o “Es un padre adoptivo”. Hasta llegar a ese señor que responde “El médico es la mamá del hijo” y a la señora que apostilla “La mamá es cirujano”. La respuesta correcta, o sea.

“¡Claro! que sí”, barruntan los encuestados (mujeres y hombres) cuando la conocen, añadiendo a modo de justificación “Es que dijeron una ‘eminencia médica’, claro” o “Qué horror”, para rematar con un consolador “Qué fuerte, ¿esto le ha pasado a más gente?”.

Y es que son conscientes de que la solución simple y lógica, los ha dejado en evidencia pues esconde lo que para ellos es una realidad decepcionante. No solo esta forma de pensar machista está implantada en el insconsciente, sino que este tipo de estas trampas funciona con los dos sexos, incluso entre las personas más feministas.

De ahí que alguno, alejándose de la autocrítica, ante esa palmaria contradicción de nuestro cerebro inconsciente sobre valores en los que firmemente cree como el de la igualdad de género, apostille “Es la cultura que nos tiene bien machacados”. Resulta evidente que para el hombre, lo primero es salvarse uno. O sea que.

Pero tengo para mí que en este caso ni el lenguaje por un lado ni el insconsciente por otro, han sido discriminatorios. No veo nada machista en el enunciado del mensaje o en las respuestas emitidas, es más, la expresión crucial “eminencia médica” está formulada en femenino. O sea que no, ¿entonces? Que al carro de la Cultura no le falte la rueda de la Ciencia. (Continuará)

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