(Continuación) Uno de los grandes avances del intelecto humano que hizo sentenciar
al guillotinado poco después, químico francés Lavoisier, padre de la Química Moderna, aquello de “Nada más grande ni más sublime ha salido de
las manos de los hombres que el sistema métrico decimal”. Y si él lo dice,
quién es uno para cuestionarlo.
Escala
centígrada, primero, y Celsius después
Volviendo al soplador de vidrio alemán, el de Fahrenheit fue probablemente el primer termómetro normalizado y su escala
termométrica un gran paso sin duda para establecer un estándar de medición.
Pero qué duda cabe que resultaba demasiado complicada y engorrosa de
manejar, de ahí que en 1742 el físico y astrónomo sueco Anders Celsius (1701-1744) propusiera una nueva escala más
razonable, en la que las temperaturas de ebullición y congelación del agua tomaban
los valores de cero y cien. Sí lo he escrito bien, es tal como lo leen, en ese
orden.
Naturalmente la idea parecía buena por lo de los cien grados de diferencia
entre ambos puntos fijos, pero por
la adjudicación de dichos valores, contraria a lógica, recibió alguna que otra crítica.
De hecho fueron tantas que al año siguiente, el francés Jean-Pierre Christin proponía la
conveniencia de invertir esos valores, resultando así la escala que se llamó centígrada tras la Revolución Francesa, pero que desde 1948 se la conoce en honor del
sueco como escala Celsius, siendo
además la más utilizada en el mundo.
En ella los valores térmicos de los puntos de congelación y de ebullición
del agua a nivel del mar, eran cero
grados Celsius (0°C) y cien grados
Celsius (100 °C) y así siguen desde entonces.
Una
cuestión de escalas
No trataremos aquí el número de escalas termométricas existentes en la actualidad,
como tampoco lo haremos con la relación numérica entre ellas, ni del por qué no
se debe decir ni grado centígrado, ni grado kelvin.
Y por supuesto que no diremos ni pio de la tontuna esa de los grados
negativos, ni de la temperatura a la que, según el agente con licencia para
matar 007 al servicio de Su Majestad Británica, debe ser servido el champán.
De todo ello pueden encontrar cumplida información en las entradas Estamos a siete grados centígrados negativos; Bond contra Beatles. Un punto de vista
científico; ¿Qué se dice grado
centígrado o grado Celsius? o ¿Por
qué no se debe decir grado kelvin? entre otras.
Claro que si sienten curiosidad, a propósito de la espumosa bebida se
pueden dar una vuelta por: Algunos
secretos sobre el champán; ¿Conserva
el champán las burbujas, si tapamos la botella con una cuchara?; ¿Cuántas burbujas hay en una copa de champán?; Es tan malo como escuchar a los Beatles sin taparse los oídos y algunas
más.
Recapitulando
que es gerundio
Sabemos que Galileo, entre 1592
y 1603, inventa el primer termómetro, en puridad el termoscopio pues carece de escala numérica. (Continuará)
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