El modelo matemático está descrito por tres (3) ecuaciones diferenciales,
de modo que con ellas y conociendo las condiciones iniciales, se podría predecir
el tiempo en un futuro más o menos inmediato.
En su desarrollo y de manera casual, ¿serendipia
quizás?, se percató de que variaciones muy pequeñas en las condiciones
iniciales -les hablo del orden de milésimas (10-3) o millonésimas (10-6)
en la magnitud termodinámica temperatura en concreto-, modificaban los
resultados de forma drástica, y sin que hubiera necesidad de dejar pasar mucho
tiempo.
Y todo esto por ser dicho tiempo meteorológico (no confundir con clima),
uno de los grandes ejemplos de sistemas caóticos, que son aquellos en los que pequeñas
perturbaciones en la atmósfera pueden cambiar el clima en proporciones enormes.
Como se podrán imaginar el trabajo, que fue presentado en 1963, pasó con el
tiempo a ser uno de los grandes logros de las ciencias físicas del siglo XX
(Física Moderna).
No es de extrañar por tanto que Lorenz esté considerado como un pionero de la teoría del caos. De
hecho fue él quien introdujo el concepto de atractor y acuñó la conocida y reconocida expresión efecto mariposa.
Efecto mariposa. La conferencia
De lo más interesante la teoría sin duda, pero eso sí, por aquellos tiempos
sólo la conocían algunos meteorólogos y poco más. El resto de los científicos
no repararon prácticamente en el trabajo y el público en general, ése, ni
siquiera sabía de su existencia. Normal.
Un statu quo que se mantuvo
durante casi una década, si bien la repercusión del artículo cambió a raíz de un
par de sucedidos.
Uno. La aparición de la conocida y reconocida frase «El aleteo de una mariposa en Brasil, puede producir un tornado en
Texas».
Lorenz la incluyó en la conferencia que pronunció el 29 de
diciembre de 1972 en la sesión de la reunión anual de la Asociación
Estadounidense para el Avance de la Ciencia, AAAS (American Association for the Advancement of Science).
Como curiosidad me dice un pajarito que me sobrevuela mientras escribo el
artículo, que con anterioridad el meteorólogo había hecho responsable de la
tormenta a una gaviota, pero que por recomendación de sus compañeros sustituyó
al ave marina por el insecto lepidóptero. (Continuará)
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