‘Corrida de toros en una plaza partida’. Goya, 1816

(Continuación) Se trata de un óleo sobre hojalata de 43 x 32 cm que actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, y donde se pueden ver representados dos festejos taurinos que tienen lugar en una plaza de toros que, para la ocasión, ha sido dividida por un muro.

En dicho óleo el genial artista nos muestra, en primer plano, a un grupo de espectadores que dan la espalda a quien observa la obra y, al fondo, a otro grupo de asistentes tras el que vemos una serie de edificios y un cielo azul celeste.

Una zona en la que las blancas nubes están concentradas en el centro del cuadro y en línea con el muro que divide la improvisada plaza de toros; entre ambos, los tercios taurinos que transcurren en sus dos mitades son el de varas y el de muerte.

Opinión e información taurómaca

En mi prescindible opinión, además del indudable valor artístico, la pintura contiene una destacada información histórica sobre estas corridas, dado que nos habla de la época en la que se celebraban, si bien no es menos cierto que ignora otros aspectos.

Y así, no nos dice nada acerca de la razón de su existencia, porqué se dividía el redondel, con qué frecuencia tenían lugar o del interés que este tipo de espectáculos despertaba en el pueblo.

Probablemente, es solo una opinión, en principio quizás solo fuera un exceso de reses para torear en determinados festejos lo que provocó que se partiera de esta forma provisional la arena, y así doblar el número de faenas en una misma jornada.

Una razón de economía no ya de existencias sino también de rentabilidad monetaria pues, parece ser que, al menos durante un tiempo, fueron unos espectáculos muy apreciados por el pueblo.

Adenda cultureta: Óleo

En otro orden de asuntos, y esto ya es información académica, la palabra óleo desde el punto de vista etimológico proviene del latín oleum que significa “aceite de oliva”, un térmico polisémico donde los haya con hasta cuatro acepciones.

La primera (1.ª) ligada a la obra pictórica en sí -vamos que es un cuadro- al haber sido realizada con, segunda (2.ª) acepción, una técnica artística clásica y duradera conocida como pintura al óleo, claro, que utiliza una mezcla de pigmentos con el óleo como aglutinante.

Óleo o aceite de cualquier origen -animal, vegetal o mineral- esta es ya la tercera (3.ª) acepción, tratándose de unos términos que designan a ciertos productos líquidos grasos menos densos que el agua (H₂O), cuyas propiedades físico-químicas posibilitan la obtención de una gran variedad de colores, capas y texturas al pintar. (Continuará)

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