(Continuación) Una, la fama de historiador riguroso que tenía Tácito, otra, su enconado desprecio por el cristianismo y, estotra, el hecho de que casi todos los expertos actuales consideren el pasaje genuino pues, tanto lenguaje como estilo son distintivamente “tacitanos”.
Sí, la crucifixión
es uno de los pasajes clave en la demostración de la existencia real del Jesús histórico, algo que no
podemos decir del otro pasaje que le apuntaba, el de su bautismo, un suceso del
que no existen documentos históricos sino sólo referencias cristianas. Y ya sabe.
Bautismo, fuentes evangélicas
Los Evangelios -incluidos
en el Nuevo Testamento de la Biblia de Mateo, Marcos, Lucas y Juan- narran la vida, ministerio,
crucifixión y resurrección de Jesucristo, y junto con las cartas de Pablo constituyen
hasta ahora la principal fuente de información biográfica sobre Jesús. Lo que es
en sí un problema de rigor científico.
No solo porque presenten bastantes contradicciones entre ellos, sino porque ninguno de sus autores fue testigo directo de los acontecimientos narrados, ninguno estuvo allí. En concreto, el del bautismo que nos trae, recibe un tratamiento de lo más dispar.
Y así, en el evangelio de Marcos, el más
antiguo de los canónicos, Jesús es descrito yendo al río Jordán y siendo
bautizado por Juan el
Bautista; pero es que en el evangelio de Juan, se
representa a Jesús como un mesías, un ser místico y celestial, unas
“cualidades” que no dejan en buen lugar a Juan a la hora de bautizarlo.
Que haya versiones distintas
escritas en momentos diferentes de un naciente cristianismo es, para algunos
estudiosos, un indicio de que bautismo y crucifixión de Jesús pudieron suceder
de verdad, claro que otros no piensan lo mismo ¿Qué opina usted?
Jesús humano e histórico
En mi prescindible opinión y por lo que tengo consultado, existe un amplio consenso entre los académicos, con independencia de sus creencias religiosas, acerca de la existencia de un Jesús histórico.
No tengo conocimiento de ningún
historiador o arqueólogo formado que dude de su existencia, aunque quizás suene
exagerado lo que voy a decirle, quienes niegan la existencia de este Jesús
humano son como los negacionistas, sean los de la “tierra plana”, los de las vacunas
o los del “cambiante cambio del climático clima”.
Existe todo un argumentario que
avala la historicidad del personaje, textos antiguos judíos y romanos, un
hombre de carne y hueso de cuya existencia entre nosotros bien es cierto no
parece que haya quedado resto alguno, ni físico (obviamente) ni arqueológico.
Bueno están las supuestas reliquias navideñas (ya le escribí sobre ellas por lo que no me iteraré) o las de la crucifixión de las que, qué quiere que le diga, más de lo mismo: hay que ir donde nos lleven las pruebas, a pesar de lo que digan nuestras creencias. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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