Todos hemos visto esta foto en más de una ocasión y nos ha sorprendido siempre pues no en vano es de las más famosas, divertidas e irreverentes del genio relativista Albert Einstein (1879-1955), y lo es porque está nada menos que sacando la lengua en un gesto de lo más corriente de burla.
Él, que para entonces había
cumplido ya 72 años, moriría cuatro años después; hacía treinta que era Premio
Nobel de Física, recuerde, por su explicación del efecto fotoeléctrico,
que no por la teoría de la relatividad; y estaba ya considerado como el
segundo hombre más influyente en toda la historia de la humanidad, tras el
genial Isaac Newton (1643-1727). Vamos que no era un hombre más.
De ahí que se trate de una
de las más famosas de la cultura popular contemporánea, una que por desgracia contribuyó
a esa deformada y errónea imagen que el inconsciente colectivo guarda de la estética
de los genios científicos, ya sabe la del profesor loco o chiflado (Científicos
y la imagen que tenemos de ellos).
Una imagen, la de la fotografía, que refleja la vertiente humorística del genio alemán en un momento determinado y postrero de su vida que, como casi todo, tiene su historia (más o menos conocida) y su intrahistoria (no tanto) que, como ya se habrá imaginado, le voy a contar.
Una fotografía, a menudo
parodiada, que está reproducida en todo lo que se le ocurra, desde tazas y
carteles, hasta camisetas y alfombrillas para ratón, pasando por tatuajes y grafitis.
Historia de la foto: ¿dónde? ¿cuándo? ¿por quién?
Es sabido que la célebre
instantánea la obtuvo el reportero Arthur Sasse, que trabajaba para la
agencia de noticias United Press International, a la salida del
Princeton Club en Nueva York, donde solían reunirse alumnos y profesores de la
Universidad de Princeton, Nueva Jersey.
En aquella ocasión para celebrar
el 72.º cumpleaños de Einstein, es decir que fue tomada el 14 de marzo de 1951;
algo que no nos debe extrañar pues, por aquellos entonces, el científico era
muy, muy, famoso, y más allá del ámbito académico; era lo que hoy llamaríamos un
mediático.
Quiero decir que la prensa le seguía continuamente, intentado capturar la mejor foto y alguna de sus chispeantes declaraciones y ocurrencias, esas frases geniales de las que muchas aún nos acompañan hoy día. Y Sasse fue el único del grupo de fotógrafos que logró capturar la divertida imagen “lengüera”, cuando el genio respondió al requerimiento de los periodistas gráficos.
En contra de lo que
algunos pensaron en su momento la foto es real, no tiene ningún tipo de
alteración el gesto del rostro del genio, mientras estaba sentado en el asiento
trasero del auto. Así que no se trata de un montaje, no, aunque…
Intrahistoria de la foto: recorte einsteniano
Resulta que una vez que
fueron reveladas las fotografías sacadas y, tras esbozar una sonrisa, una de ellas
mostraba a Einstein con el pelo enmarañado, su característico bigote,
las cejas levantadas sobre unos ojos marrones muy abiertos y la lengua fuera,
los editores se plantearon si publicarla o no. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
1 comentario :
Mola mazo.
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