miércoles, 23 de agosto de 2023

Olas de calor. Cambio climático antrópico

(Continuación) Y lo hace empeorando sus efectos peligrosos para los ecosistemas al incrementar la sequía, aumentar el riesgo de incendios, favorecer la desertificación y, ni que decir tiene, acrecentar la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor. Un avance de lo más preocupante, no hay más que mirar las estadísticas.

Según uno de los últimos informes de la AEMET, del global de la serie histórica, hasta ocho veranos han destacado por sus olas de calor extremas: 1989, 1991, 2003, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2022, siendo éste el que tuvo más días (41) de ola de calor a lo largo del verano, repartidos en tres episodios.

Sobre el cambio climático. Informe AEMET (2)

Y así, entre el 9 y el 26 de julio afectó a 44 provincias, alcanzando una anomalía de hasta 4,5 °C, la mayor desde que hay registros, y superando en casi medio grado Celsius el récord del año anterior. A más a más, pasados unos días de tregua, el 30 de julio comenzó una nueva ola de calor que se extendió otros quince días.

Por supuesto es causalidad y no casualidad que, de los cincuenta y un años analizados, seis de las ocho olas más intensas de calor hayan ocurrido en la segunda mitad de ese medio centenar, y cinco en los últimos siete años; tampoco es casual que las olas de calor más recientes tiendan a ser las más graves.

De hecho, todo apunta a una relación causa-efecto entre la acción del cambio climático y el exponencial aumento en intensidad, frecuencia y duración de las olas de calor, siendo la investigación de éste un tema emergente en todas las disciplinas sobre el clima. Pero ¿por qué dicha relación no es lineal? ¿qué hacer para luchar contra este cambio climático?

Cambio climático antrópico. Sinergia

Se piensa que esa dependencia no lineal entre causa y efecto del cambio climático, sus perniciosos efectos, se debe al comportamiento sinérgico de todo el sistema; es decir que el valor cuantitativo de las consecuencias totales en el mismo, resulta superior a la suma de las consecuencias individuales, por abreviar cuando uno más uno es tres.

Por ponerle otro ejemplo de sinergia, sirva el del reloj pero aquel en el que sus piezas por separado no podrían indicar la hora, y no el de la analogía del relojero, ya sabe, el argumento teleológico para demostrar la existencia de Dios; o el que le cuento en la enrocada entrada titulada “1+1=3” [CR-56], usted mismo. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


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