Alfonso X ‘el Sabio’. Aniversario

Tal día como hoy de hace 800 años, el 23 de noviembre de 1221, también cayó en martes y, a la vista está, fue un año normal (365 días) y capicúo, pues se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda.

Tal día como hoy le decía, nació en Toledo quien fue conocido por la posteridad como Alfonso X ‘el Sabio’ (1221-1284), así que entramos en plena celebración de su octingentésimo (800.º) cumpleaños, ojo al ordinal.

Un día de San Clemente, según reza en el santoral, que vio nacer a quien sin duda es nuestro rey medieval más popular y cosmopolita, no en vano forjó el primer Estado moderno de Europa, y el único monarca español apodado ‘el Sabio’, que algo tendrá el agua cuando la bendicen, digo yo.

Un hombre al que, al decir terenciano, nada de lo humano le era ajeno (Homo sum, humani nihil a me alienum puto) y que gozaba de una deslumbradora e impresionante curiosidad por todo o casi todo.

Octavo (8.º) centenario

Y resulta que, a lo largo de todo este tiempo, entre los historiadores, ha existido un total consenso a la hora de reconocer su magnífico legado humanístico, jurídico y económico, así como sus serios reveses personales y políticos. No en vano fue sobresaliente en lo cultural, aunque algo torpe y desafortunado en lo político.

Sin duda un hombre de personalidad complicada, no exenta de contradicciones. Las luces y sombras que suelen acompañar a cualquier ser humano sobresaliente, aunque, como en este caso, fuera además rey y sabio.

Unas circunstancias que, bien visto, lo único que procuran es una sombra más alargada e intensa del personaje, y no le exagero lo más mínimo pues estamos ante uno de los monarcas más complejos y con mayor ambición política y cultural de toda la Edad Media.

Legado cultural

Un hombre incansable en su quehacer del que diremos, vaya por delante que: unificó jurídicamente las leyes en los distintos reinos; impulsó la Mesta al crear el Honrado Concejo en 1273, protegiendo así la trashumancia de la ganadería lanar; creó un sistema de aduanas, con lo que fortaleció la hacienda real; impulsó la escuela de traductores de Toledo; potenció el uso del romance sobre el latín; le interesó la astrología.

En definitiva, se centró en muchos de aquellos campos de conocimientos que tenían que ver con el ser humano, ya fueran las Ciencias de la Naturaleza, el Derecho, la Música, los juegos (ajedrez, alquerque, dados, tablas), la Medicina, la lengua o la Historia. (Continuará)

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