La lectura de la segunda parte del
título ‘y otras historias prodigiosas de la biología’ nos da una buena pista
acerca del contenido del libro, a lo largo de sus 272 páginas conformadas en
una clarificadora ‘Presentación’ y quince capítulos, en los que se entremezclan
seres fabulosos, fenómenos inexplicados o hechos prodigiosos, con artistas y
científicos reales, explicaciones racionales y descubrimientos científicos.
Todo ello escrito con un
lenguaje riguroso pero ameno, que hace entretenida y absorbente su lectura como
no puede ser menos en un buen libro de divulgación en el que se combinan ciencia
(biología, medicina, zoología, química, psiquiatría, microbiología y otras disciplinas)
y arte (historia, literatura, mitos, pintura, música, leyendas) bajo la forma
de atractivas anécdotas, curiosidades, enigmas y aventuras.
Entre los animales y fenómenos
más o menos fabulosos y fabulados se encuentran gigantescos gigantes, seductoras
sirenas, licántropos hambrientos, prodigiosos cíclopes, fabulosos unicornios o esquivos
fantasmas. Y entre los suspectos sucedidos, una amplia panoplia que va desde los
veloces y electromagnéticos fuego fatuos, hasta las diez plagas que devastaron
a Egipto, pasando por las más que suspectas caras desde las que dicen mirarnos
las manchas de Bélmez.
Historias todas ellas que
encuentran una razón natural -estaban inexplicadas, pero no son inexplicables- a
la luz de la ciencia. Vienen a ser como castillos de naipes que se desmoronan ante
su rigor sistemático y analítico. Una ciencia, no se lo he comentado, bajo la
que subyace a lo largo de todo el libro, la microbiología, un sustento teórico que
no le habrá extrañado si está al tanto de la especialidad de su autor, tan de
microorganismos.
‘Las sirenas de Colón…’, una nueva y microbiana forma de divulgar la
ciencia, de recomendable lectura. Por cierto, ¿existen las sirenas? ¿qué vio
entonces Colón? Recuerde:
TÍTULO: Las sirenas de Colón
y otras historias prodigiosas de la biología
AUTOR: Raúl Rivas
EDITORIAL: Guadalmazán,
2021
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