(Continuación) Pero en ese ínterin llevó a cabo otros proyectos. Por ejemplo, entre 1958 y 1961 fue contratada por el Departamento de la Armada de los EE. UU. para dirigir un grupo de investigación y, según ella, allí supo lo que es trabajar “bajo la presión de los americanos”.
Adenda “nobelera” patria
A título de curiosidad
resaltar la coincidencia de que fue 1956, el año en el que el moguereño Juan
Ramón Jiménez (1881-1958) recibió el Premio Nobel de Literatura. Él,
tan amante de la exactitud, tan buen observador de la naturaleza, tan cuidadoso
con aquello que le interesaba, tan exigente con todo.
Unas cualidades infrecuentes
por desgracia en los literatos, pero bien presentes en su obra, basta para ello
recordar un detalle: si no encontraba la palabra justa, se la inventaba, y así
está su obra llena de neologismos de todo tipo. “¡Intelijencia, dame
/ el nombre exacto de las cosas! /... Que mi palabra sea / la cosa misma, /
creada por mi alma”.
Aunque lo puede consultar (¿Cuántos españoles han recibido el Premio Nobel?), seguro que recuerda al autor de ‘Platero y yo’ como el cuarto (4.º) español de los ocho (8) galardonados hasta ahora, a saber: José Echegaray, Premio Nobel de Literatura en 1904; Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina en 1906; Jacinto Benavente, Premio Nobel de Literatura en 1922.
Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura en 1956; Severo
Ochoa, Premio Nobel de Medicina en 1959; Vicente Aleixandre, Premio
Nobel de Literatura en 1977; Camilo José Cela, Premio Nobel de
Literatura en 1989; Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura en
2010.
Segunda salida “nobelera” al extranjero
En 1959 fue a la
Universidad de Sheffield para especializarse en las novedosas técnicas de reacciones
químicas leves, junto a George Porter (1920-2002) que sería
Premio Nobel de Química en 1967 "por sus investigaciones sobre las
reacciones químicas extremadamente rápidas, que son causadas por destrucción
del equilibrio debido a un corto impulso energético".
Se trataban de unas nuevas técnicas que ella puso en marcha al volverá Madrid, desarrollando a nivel estatal los métodos de análisis de reacciones químicas por cromatografía gas-líquido, que implementó más tarde en los análisis de las fracciones volátiles de vinos y otras bebidas alcohólicas, llegando incluso a patentar el procedimiento.
Sin duda alguna le
debemos los nuevos fundamentos de los sistemas de investigación y desarrollo
que conocemos hoy en día. Y no le canso con más datos, acerca de otros logros profesionales
alcanzados como: las innovadoras líneas de investigación en las que participó, los
puestos académicos e institucionales que ocupó, los premios y reconocimientos
que recibió, los trabajos que publicó, sus participaciones en congresos
nacionales e internacionales. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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