miércoles, 6 de enero de 2021

¿La Estrella de Navidad?

(Continuación) Para situarle temporalmente sepa que, por aquellos entonces, Alfonso X (1221-1284) llamado ‘el Sabio’, rey de Castilla, León y Sevilla ('Si Dios me hubiera pedido consejo...') no contaba aún ni dos años de edad, se creía que la Tierra era plana y faltaban unas seis décadas, nada menos, para que se inventasen las gafas.

Un artilugio óptico cuyos orígenes son inciertos (finales del siglo XIII o comienzos del XIV), parece ser que hizo su aparición en Venecia y todo hace pensar que vino de las manos de ciertos monjes de algún desconocido monasterio. De entre estos monjes, dos franciscanos que es probable le suenen, el inglés Roger Bacon (1214-1294) y el pisano Alejandro della Spina.

Gran conjunción. Fecha

La segunda de las razones sobre la peculiaridad del fenómeno cósmico, el del susodicho lunes decembrino del 2020, pone el foco de atención en la fecha en la que se produce, justo en el solsticio de diciembre (de invierno en el hemisferio norte), poco antes de Navidad.

Una coincidencia temporal que ha llevado a una especulación astronómica, sobre si este fenómeno del cielo podría ser el mismo que la Biblia dice que guio a los Reyes Magos hasta un pesebre donde estaban José, María y el recién nacido Jesús. Me refiero a la estrella de Belén (¿Existió la Estrella de Belén?).

Una creencia de la que tenemos conocimiento gracias al Evangelio de Mateo del Nuevo Testamento, donde se relata la vida de Jesús del primer siglo y que comienza con la historia de su nacimiento y la de la estrella.

Un texto cristiano en el que se narran muchos milagros y hechos extraordinarios (¿sobrenaturales?), que no están sujetos a las conocidas y ciertas leyes de la ciencia, como: la transmutación del agua en vino, la separación de las aguas del mar Rojo, la propia Resurrección de Jesucristo y, por qué no, la estrella de Belén.

La Estrella de Belén

Vaya por delante que, en mi opinión, la historia bíblica contada por el evangelista tiene un objetivo más teológico que histórico o astronómico, por muy fascinante que le haya resultado al hombre desde siempre, la posible realidad física de su existencia. Una historia, la de la estrella, que se crea no para informar a los lectores sobre un evento astronómico específico, sino para respaldar las afirmaciones que Mateo hace sobre el carácter de Jesús, el Hijo de Dios.

Sin embargo, la coincidencia temporal de esta conjunción con el comienzo de la Navidad, por un lado, y la siempre presente necesidad del ser humano de convertir en certeza lo que no es más que una creencia (tenemos más necesidad de creer que capacidad para hacerlo), por otro, vuelven a dar rienda suelta a la imaginación de no pocos.

Y a muchos les tranquilizaría que la ciencia respaldara lo que describe Mateo en los cielos, como algo natural que ocurrió (¿Qué pudo ser la Estrella de Belén?), porque entonces, si eso es así, también es cierta su fe del carbonero, su credulidad, y que el suyo es el Dios verdadero por lo que se salvará. No obstante…

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


1 comentario :

Anónimo dijo...

Claro y completo, pero no comprendo el final, ¿qué significa el 'no obstante...'
Enhorabuena por el blog.