lunes, 2 de noviembre de 2020

James Randi. Obituario (3)

(Continuación) Y pasa a poner en evidencia por fraudulentos, a todos aquellos individuos que afirman tener poderes sobrenaturales y con ellos poder curar a partir de la fe, leer la mente o doblar cucharas y arreglar relojes que todo hay en este mundo de fraudes y timos.

Hablando de cucharas y relojes, fue precisamente con el ilusionista israelí Uri Geller (1946), un autoproclamado psíquico, con quien James Randi (1928-2020) alcanzó notoriedad internacional como escéptico y tras él, desmontar charlatanes y pseudocientíficos uno tras otro. Estamos a inicios de la década de los 70 del pasado siglo.

Desde entonces hasta su fallecimiento nuestro hombre apareció en cientos de programas, dio múltiples conferencias y cursos y publicó varios libros, en su particular cruzada por combatir las pseudociencias y el engaño, a través de sus conocimientos sobre los trucos profesionales que empleaban mentalistas y magos.

Estas son algunas de sus aportaciones en este terreno del “woo-woo”, un término que quizás podríamos traducir por magufo y del que algo hay enrocado en esta tribuna. Y por cierto, ¿qué es un magufo?¿Es usted un ‘magufo’? [CR-53].

Algunas actuaciones “woo-woo”: Geller, Popoff y Benveniste

La primera y quizás la más conocida y reconocida, que le dio fama internacional en ese papel contra la impostura de los falsos poderes sobrenaturales, tuvo lugar en 1972 durante el programa ‘The Tonight Show’ presentado por Johnny Carson (1925-2005), quien llevó de estrella al mismo al entonces popular Uri Geller. Asesorado por Randi, el presentador televisivo no permitió que el ilusionista utilizara su propio material, que llevaba ex profeso, con el terrible resultado que ya se imagina.

Durante los inacabables veintidós minutos (22 min) que duró su actuación, no pudo demostrar ni uno solo de sus supuestos poderes paranormales (doblar cucharas, reparar relojes o adivinar el contenido de sobres cerrados). Vamos que no le salió ni un truco, fracaso total de la mentira y el engaño.

En el mismo programa, años después, hizo lo propio con el telepredicador y curandero Peter Popoff (1946), quien aseguraba ser capaz de sanar todo tipo de enfermedades mediante la fe, desde un cáncer hasta que un paralítico volviera a caminar. Algo terrible. En 1986 Randi, tras asistir a uno de sus directos, demostró que a través de un pinganillo sus compinches, mezclados entre el público, le contaban sus conversaciones privadas. Poco después, Popoff se declaró en bancarrota.

Y dos años después, en 1988, desmontaba el engaño de todo un médico, bioquímico e inmunólogo francés, Jacques Benveniste (1935-2004), codescubridor del factor activador de plaquetas (PAF) y autoproclamado “factible próximo premio nobel”, relacionado con cierto experimento homeopático. Es probable que lo recuerde pues adquirió cierta notoriedad en prensa cuando un periodista acuñó, para esta suspecta hipótesis racional pseudocientífica de la homeopatía, la popular expresión “memoria del agua” que cuajó en el público. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 




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