(Continuación) Por
cierto, de no ser por quien da nombre al famoso cometa, no se hubiera escrito
ni publicado en esa época dicho texto, Principia, dada la conocida dejadez,
soberbia y pereza del genio para según qué cosas.
El caso es que fue Halley
quien le animó para que lo escribiera, el encargado después de corregir las pruebas
y realizar los trámites editoriales, amén de correr con los gastos de impresión
del libro, que se empezó a vender en las librerías sin encuadernar por seis
chelines. Lo que se dice un amigo de verdad.
Mareas en el siglo XVIII: Laplace y otros
Tras el genio, fue el astrónomo,
físico y matemático francés Pierre-Simon Laplace (1749-1827), continuador
de la mecánica newtoniana, quien junto a otros científicos amplió los
conocimientos sobre las mareas, ahora ya desde un punto de vista dinámico. En
1775, casi un siglo después, el francés desarrolló una teoría dinámica de
las mareas en la que describe y predice el comportamiento real de estos
movimientos de las aguas oceánicas.
Para ello tiene en cuenta
el rozamiento o fricción entre la corteza terrestre y el agua, el
fenómeno de resonancia y los períodos naturales de las cuencas
oceánicas llegando, en 1776, a formular un sistema lineal de ecuaciones
diferenciales parciales para el flujo de las mareas, al que describe como un
barotrópico flujo laminar bidimensional.
En dinámica de fluidos la
barotropía es una característica por la cual las líneas de presión
constantes coinciden con las de densidad constantes de un fluido, es decir que
la densidad es función sólo de la presión, d= f (P). Se trata de un modelo útil
para explicar el comportamiento de los fluidos en una amplia variedad de campos
científicos, desde la meteorología a la astrofísica, aunque es
mucho lo que ha llovido desde entonces y, naturalmente, hoy sabemos algunas
cosas más.
Pero esa es otra historia
que deberá ser contada en otra ocasión ya que hoy, tras los apartados de ‘Saber popular’ y ‘Una (brevísima) historia científica de las mareas’, toca
retomar la pregunta iniciática sobre las mareas, ‘¿Cuántas mareas hay al día?’, sólo que ahora desde el ‘saber académico’, más en concreto desde la física
bachillera, que es como decir, según Newton (‘He visto más lejos
que otros hombres, y es porque he estado subido en hombros de gigantes’).
Saber académico
De nuestros tiempos
escolares recordamos que el origen de este fenómeno es de naturaleza gravitatoria,
carácter atractivo y lo producen las interacciones a las que nos someten
dos cuerpos astronómicos únicos: nuestra estrella el Sol y nuestro
satélite la Luna. Bien, pero quedan no pocas preguntas en el aire:
¿Por qué y cómo se
producen las mareas? ¿Qué son las mareas vivas y las mareas muertas? ¿Hay en realidad
cuatro (4) mareas cada día? ¿Quién influye más en las mareas, el Sol o
la Luna? ¿Por qué? ¿Cómo se explica que, mientras sube la marea, baje el
agua del pozo?
Comprenderán que por cosas
como estas me guste tanto la ciencia, y es que cada respuesta dada plantea,
al menos, un par de preguntas nuevas, ¿hay algo mejor? (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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