(Continuación) Así es como son conocidos
dos de los compuestos principales citados y que se extraen de las secreciones
del sapo Bufo alvarius, siendo el tercero un
error, digamos, de transcripción. Pero vayamos con orden y empecemos por el
primero.
5-MeO-DMT
Desde el punto de vista químico, la
nomenclatura sistemática (IUPAC) de este compuesto es 5-metoxi-N,
N-dimetiltriptamina y su fórmula molecular C13H18N2O,
aunque no es menos cierto que se le conoce tal como lo lee en el subtítulo, 5-MeO-DMT,
una sustancia perteneciente a la familia de las triptaminas desde el
punto de vista farmacológico y, uno de los alucinógenos más potentes del
mundo.
Tradicionalmente ha sido extraída como
polvo psicodélico de origen vegetal, en concreto de las semillas de la Anadenanthera
colubrina y la Anadenanthera peregrina, siendo sintetizada por
primera vez en 1936 y aislada en 1959.
Pero ya sabe que también se encuentra en
el sapo bufo, Bufo alvarius, al parecer sus secreciones
son las únicas que contienen 5-MeO-DMT, de entre todas las especies de sapos.
Aunque, lo iteramos, no existen pruebas de
que con este origen animal, hubiera sido utilizado hasta tiempos recientes. Se
trata de un enteógeno que, eso sí, se ha empleado por muchas culturas,
indígenas y modernas, con una finalidad de sanación, como también ha sucedido
con su pariente, la bufotenina.
Bufotenina o N-dimetil-5-hidroxitriptamina
Desde el punto de vista químico la
nomenclatura sistemática (IUPAC) de este otro compuesto alcaloide es 3-
[2- (dimetilamino) etil] -1H-indol-5-ol y su fórmula
molecular C12H16N2O, aunque no es menos
cierto que se le conoce tal como lo lee en el subtítulo, Bufotenina,
perteneciente desde el punto de vista farmacológico a la familia de las triptaminas
y uno de los alucinógenos más potentes del mundo.
Este potente alucinógeno, que se extrae de
sapos de los géneros Incilius y Rhinella, y se encuentra en al
menos dos especies vegetales del género Anadenanthera, es químicamente
similar a la serotonina, molécula química que lleva mensajes de las
células nerviosas al cerebro.
De hecho se ha encontrado bufotenina en la sangre
y la orina de personas sanas, lo que hace pensar que el cuerpo humano
puede producirla, probablemente, a partir de la serotonina, por dimetilación de
su función amina.
Bufantoína
Para cerrar lo relativo a este segundo enteógeno,
aclarar lo que sin duda es un error ortográfico, de concepto o de traducción, no
lo tengo claro aunque tampoco hace al caso, y que tiene que ver con el término bufantoína,
que suele aparecer en la cobertura mediática del caso que nos trae.
Apelar aquí a la responsabilidad de la
profesión periodística y dejar bien claro la confusión en la redacción del
nombre de la sustancia, y el hecho de que la bufantoína no existe. No existe, a
pesar de que su búsqueda en Google arroje 2280 entradas diferentes (cifra
en el momento que escribo estas líneas), y no sea difícil encontrar por ahí
escrita la expresión “fumar bufantoína”. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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