Del término que titula esta entrada, permítame
que le ponga negro sobre blanco lo que seguro estoy que sabe pero es que, para
los intereses que me traen, la verdad me viene que ni pintado, así que con
permiso y me explico. Malapropismo es la castellanización del vocablo
inglés ‘malapropism’, que viene a ser algo así como el uso incorrecto de
palabras que se asemejan en su sonido, pero se escriben de forma diferente y
tienen significados distintos, sin relación alguna entre ellos, además. Ya ven,
estas cosas pasan.
En busca de significado
Malapropismo, una palabra que aún no está
recogida en el Diccionario de la Real Academia Española, DRAE, pero sí
por algunos diccionarios especializados, entre ellos el de términos filológicos
de Lázaro Carreter, que aluden al uso incorrecto de estos vocablos parónimos,
cuyo significado sí recoge el DRAE como “aquellos tienen entre sí
relación o semejanza, por su etimología o solamente por su forma o sonido”.
Y lo peor, o mejor vaya usted a saber, de este uso impropio de una palabra, bien por tomarla
en lugar de otra de fonética similar o bien por desconocimiento, son sus
variadas consecuencias. Desde la situación cómica que genera, hasta el hecho
inexorable por el que, de entrada y en determinado momento, nadie está a salvo
de convertirse en un malapropista.
Pasando por el ridículo que cometen estas
personas que, deseando demostrar al interlocutor un nivel cultural que no
poseen, terminan consiguiendo el efecto contrario al deseado: demostrar su
incultura. Es un fenómeno, en lingüística se conoce como ‘etimología
popular’, quizás demasiado próximo al de la ‘ultracorrección’, pero esto solo es
mi opinión y qué sabré yo.
Como muestras de este tipo de error o gazapo
en el que se sustituye una palabra por otra de sonido similar pero diferente
significado les dejo estas perlas: “La aspirina fluorescente es más rápida y
eficaz”, “Nadando en la ambulancia”, “Es una persona fabulosa, un desecho de
virtudes” o “Mi hija es muy pequeña aún; traerla de viaje es muy premeditado”
¿Le suenan?
Por sus malapropismos los conoceréis
Naturalmente que existen más. Me vienen a la
memoria -perdone los ejemplos, pero es que un servidor de usted tiene ya una
edad- entre otros: La expresión de una concursante de un conocido programa de
telerrealidad, con su “Por favor, endereza tú la ensalada”. Quiero pensar que la
ínclita no pretende que le “levante la ensalada porque esté inclinada”, sino
que “le añada condimento, que se la aliñe”, o sea que la aderece. En fin. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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