(Continuación) Decíamos que, si utilizamos un
vocabulario familiar, de andar por casa, los significados de vidrio y cristal
son prácticamente sinónimos y, aunque matizábamos lo de la “delicadeza” de cada
material, existe cierto consenso en considerar que, desde el punto de vista popular
su uso es correcto y a la prueba del algodón de los diccionarios me remito. Bien,
sin embargo, ¿qué opina al respecto un profesional del gremio? ¿es lo mismo un vidrio
que un cristal? ¿consideran correcta esta sinonimia? Pues ya le adelanto que va
a ser que no.
Saber
profesional: No es lo mismo
Desde el punto de vista profesional no es en
absoluto correcto equivaler ambos términos, y es que los entendidos de este gremio
saben que dichos materiales se diferencian en su composición, al elaborarse
con compuestos químicos diferentes. Esto es así, aunque los diccionarios no lo reflejen
claramente en sus distintas acepciones.
Por ahora y para simplificar diremos que en
la fabricación artificial del vidrio, conocido como vidrio común,
se utiliza una mezcla de arena de sílice (SiO2), carbonato de sodio (Na2CO3)
y caliza -constituida por calcita (CaCO3) y magnesita (MgCO3)
fundamentalmente-, fundidas a unos mil quinientos grados Celsius (1500 º C).
Mientras que para elaborar cristal,
además de los compuestos anteriores, a la mezcla se le añade óxido de plomo
(PbO), o de bario (BaO) en algunos casos, que es lo que le confiere la
transparencia, el brillo, la sonoridad y la ligereza diferenciadoras. Unas propiedades
físico-químicas “de calidad” que el lenguaje popular apuntaba, recuerden lo del
‘matiz de la delicadeza’, pero que por desgracia no remataba.
Un compuesto, este óxido, cuya presencia es
fundamental pues, conforme mayor sea su porcentaje, mejor será la calidad del
cristal que obtengamos. Una diferente composición que, por otro lado, hace que estos
cristales y vidrios artificiales no se puedan producir en los mismos hornos industriales,
pues aquellos requieren de una temperatura de fundición diferente debido a la presencia
del óxido de plomo.
Por desgracia le decía, aunque al fin y al cabo
es solo sabiduría popular, porque una primera diferencia entre ambos materiales
fabricados por el hombre está en su composición química: el cristal contiene
óxido de plomo mientras que el vidrio no. De ahí que profesionalmente hablando no
sea correcto utilizar un término por otro, y sea más pertinente el uso del vocabulario
profesional en el que al vidrio que tiene plomo se le llama cristal,
vidrio plomo o vidrio óptico.
Un extra que lo transforma en un vidrio de
mayor calidad, de calidad superior a la normal pero que, en puridad, sigue siendo
un vidrio, aunque, eso sí, con un matiz de delicadeza. El mismo que permite a alguien
diferenciarlos sólo, ¿recuerdan? por el ‘cling’ que produce por ejemplo una copa
al ser golpeada en su borde. Bueno pues en estas estamos y por ahora nos quedamos
(Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
2 comentarios :
Claro y completo.
Falta el saber científico y algunas preguntas que tengo al respecto
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