(Continuación) Y superado el ecuador de los “premios innobles” de este año pasamos al sexto de esta edición -si las cuentas no me fallan es el tercero ya junto a Aviación y Física, de la media docena que dimos en llamar los ‘Ig Nobel’ de la ingesta- y que coloquialmente podríamos titular “el de los lagartos y la pizza de “cuatro quesos”. Verá por qué.
Oficialmente ha sido concedido a cuatro
investigadores de Nigeria, Togo, Italia y Francia 'por
el estudio sobre cómo cierto tipo de lagarto elige comer ciertos tipos de
pizza', no me negará que no es buena la cita del comité.
Le pongo en contexto.
Todo empieza cuando, por circunstancias que no hacen al
caso, de manera casual observaron como un macho adulto robaba un trozo de pizza
dejado en una mesa de un complejo turístico de Togo y salía corriendo para ocultarse
y comérselo.
Y dado que los lagartos suelen ser insectívoros y, en
principio, no debían tomar alimentos procesados, los científicos decidieron
investigar si este comportamiento era anecdótico o, por el contrario, una
estrategia alimentaria establecida.
‘Opportunistic
Foraging Strategy of Rainbow Lizards at a Seaside Resort in Togo’, 2023
El fruto de sus investigaciones apareció publicado en la revista African Journal of Ecology de hace un par de años y de ella le extraigo algunas referencias metodológicas, como que se eligió una muestra de nueve individuos, adultos y jóvenes, de “lagartos arcoíris” o “lagartos arlequín” (Agama agama) por los llamativos colores que adoptan sus machos alfa.
Se les ofreció dos tipos de pizza, “cuatro quesos” y
“cuatro estaciones”, colocadas en platos separados a 10 m de distancia entre sí
y de los árboles donde los lagartos habían sido vistos, y entre las 12:00 y las
15:00 horas (con temperaturas entre 31 y 33 °C) de los días soleados de octubre de 2020 y abril-mayo de 2021.
Se les grabó con cámaras situadas a unos 15 m de
distancia y por lo general en menos de un cuarto de hora terminaban
comiéndoselas, mostrando conductas competitivas entre ellos; un comportamiento
que se prolongaba unas dos horas y con un único resultado: todos los individuos
consumían la misma clase de pizza, la variedad “cuatro quesos” ignorando la “cuatro
estaciones”.
Consecuencias y estudios precedentes
Ni que decir que es la primera evidencia documentada de una población de A. agama que se alimenta de manera regular de un alimento humano procesado, mostrando además una clara preferencia por un tipo específico. Hasta donde me consta se ignoran las causas de dicha elección, quizás señales químicas o facilidad en su digestión, de modo que el reto investigador sigue abierto. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.



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