(Continuación) Estudios relativamente recientes con roedores monógamos apuntan a que los niveles altos de oxitocina promueven la exclusividad y fidelidad en las relaciones; habrá que ver como marchan las cosas entre humanos, animales todos, al fin y al cabo.
Trato de decirle que, sin oxitocina, el amor
romántico perdería por completo su estabilidad o, dicho de otra forma, si la
dopamina es la causa de la atracción inicial, la oxitocina es la responsable de
la vinculación emocional y física en la pareja, más allá de la dopamínica
atracción inicial.
Dicho en palabras del escritor torteño, ‘El amor
es una amistad con momentos eróticos’.
Vasopresina,
una infiltrada
Ya de la que va, y para que no quede por hormonas,
sepa que la oxitocina está estrechamente relacionada con otra, la vasopresina,
arginina vasopresina (AVP), argipresina u hormona antidiurética (ADH
por sus siglas en inglés) que de todas estas formas s conocida. No, no es
de la terna anunciada.
De ella, para los intereses que nos traen, solo diremos que es una hormona producida y almacenada en el hipotálamo y liberada a través de la neurohipófisis presente en la mayoría de los mamíferos, incluyendo a los humanos.
Una hormona peptídica que controla la reabsorción de
moléculas de agua mediante la concentración de orina y la reducción de
su volumen, en los túbulos renales, afectando así la permeabilidad tubular.
De lo que nos interesa, es la encargada de generar
sentimientos relacionados tanto, con el refuerzo de los lazos de pareja como
con la aparición de conductas de protección y compromiso a largo plazo.
Serotonina: química y bioquímica
O del equilibrio emocional, la tercera que faltaba. Si la dopamina nos impulsa a buscar el placer y la oxitocina refuerza el compromiso en la pareja, existe una tercera hormona, la serotonina, que juega un papel clave en la regulación de nuestro estado de ánimo.
Desde el punto de vista químico su fórmula molecular es C10H12N2O
y su nombre 5-hidroxitriptamina (5-HT), una molécula que se incluye
dentro del grupo de las monoaminas y sintetiza, en este caso, a partir del
aminoácido triptófano.
Se produce principalmente en las neuronas del núcleo
del rafe desde donde se distribuye al resto de las regiones cerebrales, encontrándose
en plantas y animales e interviniendo en muchos procesos fisiológicos.
Me gusta el italiano Pitigrilli cuando nos
define así el amor ‘Un beso, dos besos, tres besos, cuatro besos, cinco
besos, cuatro besos, tres besos, dos besos, un beso’. Maravilloso. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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