(Continuación) Allí fueron agasajadas de manera espontánea por un grupo de estudiantes que las vieron en la Alhambra, donde se fotografiaron junto a la científica.
Y
desde donde partieron hacia Almería donde hicieron noche para seguir por
Murcia, Valencia y Barcelona, conociendo los paisajes y monumentos más
importantes para, en la capital catalana, tomar el rápido de vuelta a París.
Se
puede decir que en este viaje ciencia y turismo cultural se fundieron, aunque sólo fuera por unos pocos días.
Ya en Francia se centró en sus trabajos para la Comisión Internacional de Cooperación Intelectual de la Sociedad de las Naciones destinados a promover las vocaciones científicas, y fue precisamente, en calidad de vicepresidenta de la misma, cuando regresó de nuevo a España.
Tercer viaje y final
Marie, muy debilitada ya físicamente, visitó España
por tercera y última vez entre el 3 y el 6 de mayo de 1933 para presidir, en la
Residencia de Estudiantes, una reunión internacional del Comité de Letras y
Artes de la Sociedad sobre ‘El porvenir de la cultura’.
Un
encuentro a cuyas siete sesiones acudieron profesores de universidades
prestigiosas como Harvard y Cambridge, junto a personalidades como el escritor
francés Paul Valéry o los españoles Gregorio Marañón y Miguel de Unamuno.
Sería su última intervención en España pues al año siguiente moría a los 66 años a causa de una anemia aplásica, probablemente contraída por las radiaciones a las que estuvo expuesta durante sus muchos años de trabajo.
¿Y Ramón y Cajal?
Ya
le puse al corriente de lo que ocurrió en la visita que Albert Einstein en su viaje a España en
1923, le hizo en su casa a nuestro nobel en Medicina y Fisiología de 1906 con un delicado
estado de salud debido a su edad, 71 años que le obligaba a declinar la asistencia
a multitud de actos y homenajes que por dicho motivo se le habían tributado.
Pues,
aunque cuatro años antes, con Marie Curie ocurrió tres cuartos de lo mismo con su primera visita
en 191,9 donde llamó la atención el escaso protagonismo que tuvo en aquel
primer congreso nacional de medicina, quien seguro era el médico español más
famoso en aquella época y muy probablemente de todos los tiempos.
Él hubiera sido la persona más digna y adecuada para presentar y acompañarla, pero no fue así sino todo lo contrario pues su participación quedó en un segundo plano. Quizás, con 67 años ya, el genial petillés rehuía algo algún que otro acto, pero lo cierto es que seguía trabajando, escribiendo y participando en la vida pública. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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