domingo, 30 de junio de 2024

DCPS. Calle Isaac Newton (y 6)

(Continuación) Nada de lo que hoy pueda interesar, al menos desde su perspectiva, pero que resultaba de lo más fascinante para los científicos del siglo XVII, entre los que era corriente el estudio de la alquimia para la investigación de la naturaleza de la materia.

Y entre ellos nuestro homenajeado de hoy, Isaac Newton (1643-1727) y, por qué no, el filósofo natural, químico, físico e inventor anglo-irlandés Robert Boyle (1627-1691), otro impenitente alquimista que con su libro El químico escéptico (1661) le quitó entre otras cosas la -al, pasando a llamarse desde entonces y de manera oficial, química.

Boyle fue colega de Newton en la Royal Society y a usted su apellido seguro que le sonará de los tiempos escolares por alguna que otra ley de los gases y como gran precursor de la química moderna que fue.

Prontuario protocientífico: Alquimia newtoniana

Probablemente el primer contacto de Newton con la alquimia le vino en Cambridge y, entre otros, de la mano de quien fue su profesor Isaac Barrow, una actividad sin duda secreta pues sabemos que en aquella época ya era ilegal su práctica.

De hecho Newton firmó sus trabajos como Jeova Sanctus Unus, de entrada un anagrama de su nombre latinizado, Isaacus Neuutonus, y quizás también un lema anti-trinitario, “Jehová único santo”, de lo más curioso considerando que él estudió en el Trinity College, no le digo más.

Se estima que pudo escribir más de un millón de palabras sobre este tema y para 1669 tenía redactados dos trabajos, Theatrum Chemicum y The Vegetation of Metals; por cierto, es el mismo año en el que recibió la plaza de profesor lucasiano que había dejado libre Barrow. ‘Un hombre puede imaginar cosas que son falsas, pero sólo puede entender cosas que son ciertas’.

En 1692 escribió otros dos ensayos del que destaca De Natura Acidorum donde estudia la acción química de los ácidos a través de la fuerza atractiva de sus moléculas, una aproximación mecánica, cómo no, a la química. Dónde irá el buey, que no are.

Y a finales de siglo concluyó lo que es su escrito alquímico más extenso, Index Chemicus, (100 pp.), que destaca por su organización y sistematización, y que había iniciado en 1680, sí, extenso en espacio y tiempo.

Ya a comienzos del siglo XVIII escribió Ripley Expounded, una traducción de Tabula Smaragdina, y el más importante de todos sus textos alquímicos, Praxis, un conjunto de notas sobre Triomphe Hermétique de Didier, libro francés cuya única traducción es ésta de Newton. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

[**] El original de esta entrada fue publicado el 22 de enero de 2024, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.

 

                                                                      ÍNDICE

 


2 comentarios :

Anónimo dijo...

¿Dónde se puede ver un índice con todas la entradas de DCPS? Muy bueno.

un sevillano dijo...

¿Cuántas calles hay en Sevilla dedicada a los científicos?