Gabinete Histoquímico. Aunque como institución fue fundada en 1883, casi ciento cuarenta años al servicio de la Salud Pública en Sevilla, el edificio que ha llegado a nuestros días, sito en la avenida María Auxiliadora, 16 del sevillano barrio de Santa Catalina (41003), cumple este año su centésimo décimo (110.º) aniversario.
Fue levantado en 1912 con el nombre de Gabinete Histoquímico, por el reconocido arquitecto sevillano Antonio Arévalo Martínez (1871-1948) y, con la hipótesis de partida de que no hay salud individual sin salud comunitaria, inició su andadura con un objetivo claro, el de conseguir una ciudad más limpia en todos los sentidos.
Un empeño salutífero que
ha permanecido a lo largo del tiempo, aunque ya ve que su nombre no.
Unas excelentes prestaciones relacionadas con la higiene y salubridad públicas en las que no entraremos en este enclave de hoy, para sí hacerlo en el propio edificio, uno de los más atractivos de la Ronda Histórica de la ciudad, y más en concreto en su fachada de color amarillo albero.
Y que, entre otros adornos, tiene once cartelas sobre las ventanas de la planta baja, con los nombres de otros tantos insignes científicos, muchos de los cuales le resultarán familiares.
A falta de mejor
criterio, se los ofrezco empezando por los que se encuentran en su fachada
lateral izquierda, para continuar con la frontal y acabar en la lateral
derecha.
Calle Salesianos. Viniendo desde la calle Arroyo, el primer rótulo que vemos no está en una cartela ventanera ni corresponde a uno de los ilustres apellidos, sino sobre el dintel de una puerta y es el nombre de un procedimiento científico, el de DESINFECCIÓN que seguro estoy le suena, dados los tiempos coronavíricos que nos están tocando vivir.
De los años escolares recordar que se trata de un método por
el cual, con técnicas físicas o químicas, podemos eliminar de forma específica
y de diferentes superficies u objetos, microorganismos como bacterias,
virus o protozoos.
Yendo hacia la calle María Auxiliadora, y al comienzo de
la esquina redondeada del edificio, nos topamos con el primero de los personajes
relacionados con la ciencia, el médico y bacteriólogo polaco Paul Ehrlich
(1854-1915), Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1908.
Él fue quien acuñó el término quimioterapia -técnica terapéutica consistente en el uso de medicamentos o fármacos, a fin de destruir células cancerosas-, y su laboratorio el primero en poner en marcha un tratamiento eficaz contra la sífilis. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] Esta entrada fue publicada el 31 de enero de 2022, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.
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