Ni que decirle tengo que no es ésta la primera aparición del escritor en estos predios, a lo largo de los últimoa años y por diferentes motivos. Así, a vuelatecla, hemos ido desde una entrada de naturaleza literaria (Libro Recomendado 34: Ulysses) y una opinión personal (A los letraheridos de Joyce).
Hasta otras de talante más científico como (¿Por qué los quarks se llaman quarks?) y (En busca de un nombre para el quark), y aquí abro un breve paréntesis divulgador alrededor del término quark o cuark, según la Ortografía de la lengua española.
En cualquier caso, una partícula elemental, según la física de
partículas, de la que existen varios tipos o especies que, al interactuar, forman
partículas subatómicas fundamentales como los nucleares protones y
neutrones. Cierro paréntesis.
Y, ni que decir tiene, pasando por mi particular cruzada con el Ulises joyceano (Mis dificultades con el Ulises de Joyce) y (Otras dificultades con el Ulises de Joyce), unas limitaciones no superadas aún. Estos entre otros enroques más que no pongo negro sobre blanco ahora para no cansar.
Pero hete aquí que este año del Señor de 2022 estamos de conmemoraciones
varias en lo que se refiere a lo todo lo joyceano y lo ulisense, ya me
entiende, y ese es un afán al que debo intentar poner empeño, ya me conoce.
Centésimo cuadragésimo aniversario
El pasado miércoles 2
de febrero se cumplía el 140.º aniversario del nacimiento de James Joyce
(1882-1941), entonces cayó en sábado y lo hacía en Dublín, la
capital irlandesa.
Y si bien el escritor nació allí, la mayor parte de su vida adulta la pasó fuera de Irlanda pues vivió, escribió y murió en Zúrich, publicó en París y, en el ínterin, anduvo por Londres, Roma y la también italiana Trieste, donde pasó hambre y fue padre.
Además bebió ingentes
cantidades de grappa, antiguo y apreciado aguardiente italiano aún muy
popular, y, sobre todo, soñó con su mitológica Eire. Un adulto Joyce,
con su más que afinado talento y ojo izquierdo cubierto por un parche negro
debido a una iritis juvenil, inflación del iris que puede causar glaucoma
o pérdida de la visión.
Un joven James que
empezó a estudiar medicina, pero al que el paso del tiempo y los avatares de la
vida, acabó enredando y, por ende, enredándonos en el que para muchos es, con
diferencia, el mayor y más complejo de los galimatías literarios de todo el siglo
XX. Padres tiene la iglesia. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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