[Esta entrada apareció publicada el 04 de marzo de 2022, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
Si ve ‘La 2 de TVE’, es probable que le suene el encabezado. Es el título de un programa divulgativo de historia, en el que cada entrega gira en torno a un concepto o un sucedido histórico que se analiza desde diferentes perspectivas y con un estilo ameno, crítico, didascálico y humorístico. Me gusta. Pero lo primero que me llamó la atención del mismo fue su nombre, me resultaba familiar y sin embargo no lo terminaba de recordar, hasta que caí en la cuenta.
Lo que me sonaba era ‘condensador
de flujo’ (con jota), nombre del componente principal del automóvil ‘DeLorean
DMC-12’, la máquina del tiempo creada por el doctor Brown en la
película de ciencia ficción ‘Regreso al futuro’ (1985). Un objeto
ficticio, que en palabras de su inventor “es lo que hace que los viajes en el
tiempo sean posibles”, y la traducción correcta de ‘flux capacitor’, en
lugar de ‘condensador de fluzo’.
¿Qué significa fluzo y por qué? Para empezar la palabra no existe, y la razón de aparecer en español no está nada clara. Puede que fuera un simple error de traducción sin ninguna intención o que, por el contrario, fuera del todo intencionado, pues se habla de alguien que pudo ver ciertas connotaciones sexuales en el término flujo. Ya me entiende.
Naturalmente, en la película, no se explica cómo funciona el artefacto, lo que no fue óbice para que, dada la popularidad que adquirió, lo utilizaran diferentes autores de ciencia ficción como recurso tecnológico y así no tener que explicar la ciencia de sus viajes en el tiempo.
Por cierto, el concepto científico
de flujo -rapidez con la que algo (carga eléctrica, agua, gas) pasa a través de
una superficie-, es de uso frecuente en electrónica y electromagnetismo, pero rara
vez se emplea en condensadores.
Ahora que lo pienso, ya hablamos del asimoviano cerebro positrónico para robots. Más de lo mismo. Pero el de fluzo no es el único error de doblaje que hizo fortuna en esta saga. En la primera entrega, al mencionar la potencia del artefacto se habla de 1,21 jigawatts (con jota, pronunciado jigo-watts) muy diferente de gigawatts (con ge, pronunciado gigawatts), una equivocación debida a la mala pronunciación de uno de los asesores.
Y aunque en las siguientes entregas se
corrigió, la forma jigovatio hizo fortuna en varios ambientes donde se utiliza
en vez de gigavatio, para referirse a una cantidad de energía tan enorme
como indeterminada. A propósito, la potencia pico de una pequeña central nuclear actual es de 1,21 GW y
la de un rayo en una tormenta de 1 GW, de modo que podríamos activar la máquina
del tiempo. Pero mejor le dejo con Marty: ‘Condensador de fluzo… Hmmm…
¡Fluzeando!’.
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