martes, 7 de mayo de 2019

C. P. Snow. Científico, escritor y funcionario (y 3)

(Continuación) Debido a ella, fue asignado a la administración pública con responsabilidades en el reclutamiento de científicos (físicos, químicos, ingenieros), una función que le permite conocer y establecer contacto con personas importantes próximas al poder.
Snow, funcionario público
Gracias a estas relaciones y a su propia valía, decide renunciar a su carrera universitaria en Cambridge e inicia una nueva, ésta burocrática, en la que llegó a ocupar altos cargos en el gobierno del Reino Unido a la vez que puede seguir escribiendo.
Y así fue Director Técnico del Ministerio de Trabajo (1940-1944), Comisionado de Servicio Civil (1945-1950) encargado principalmente de los nombramientos científicos y Secretario del Ministerio de Tecnología (1964-1966). También, durante algunos años, trabajó en la industria privada como asesor de la English Electric Company, de la que llegó a ser director.
Naturalmente tuvo tiempo también para el amor y la familia. En 1950 contrajo matrimonio con la novelista Pamela Hansford Johnson, con quien tuvo un hijo y llevó a cabo algunas colaboraciones literarias y burocráticas. Y llegaron los reconocimientos. En 1957 fue ennoblecido con el título de sir, al ser nombrado caballero y, con posterioridad, el Gobierno laborista de Harold Wilson, en 1964 lo hacía par vitalicio, como lord barón Snow de Leicester.
Y visto de manera somera el hombre del titular, continuemos con el tópico cultural contemporáneo que suponer ser la expresión de Las dos culturas y que viene a ser como su ‘alter ego’. Porque si por algo es conocido el inglés C. P. Snow es por tener su nombre asociado a esta expresión y su significado.
Las dos culturas: Significado
Las dos culturas, ya todo un estereotipo cultural contemporáneo con el que el autor hace referencia a la existencia de un abismo de mutua incomprensión, falta de simpatía y aprecio entre los que, de manera simplista, él denomina “intelectuales literarios” por un lado y “científicos naturales” por otro. Es decir, dos culturas diferenciadas, la ciencia y la literatura.
Aunque en realidad y de forma más compleja, habla de la que llama “cultura tradicional” donde incluye de forma genérica a los artistas y, en concreto, a los literatos. Y la de los científicos que comprende, tanto a puros como a aplicados, y a los ingenieros.
Un proceso de cristalización de dos ambientes intelectuales, cada vez más escindidos e incomunicados, que termina originando una brecha entre ellos que, en su opinión, iba más allá de ser un obstáculo para el progreso científico pues representaba, incluso, una amenaza para la supervivencia de la civilización occidental.
Según Snow los artistas muestran un escaso interés y un profundo desconocimiento de los avances científicos, o más exactamente, de la Revolución Científica e Industrial que se inicia a finales del siglo XIX. Mientras que los científicos por su parte, prestan escasa atención a la cultura artística e incluso la miran con desdén. A lo que se ve, una cuestión de diferencias de apreciaciones.
Y las raíces de esa escisión cultural, cree encontrarlas en el sistema educativo, responsable de la formación unilateral de los estudiantes. Un mal asunto éste y de calado, qué duda cabe. 'Las dos culturas', una expresión que por lo general el subconsciente colectivo tiene asociada al libro Las dos culturas y la revolución científica publicado en 1959, si bien todo viene de antes.
Existe total consenso en admitir que surgió de la conferencia homónima que Snow dio unos meses antes, y que inició algunos minutos después de las cinco de la tarde del 7 de mayo de 1959.
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